14 de marzo 2011 - 00:00

INTA obtuvo nueva variedad de soja

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) obtuvo una variedad de soja cuyo carácter diferencial se basa en el mayor tamaño del grano, el alto contenido proteico, de azúcares y resistencia a enfermedades.

Diego Soldini, especialista en mejoramiento genético de soja del INTA, es el obtentor del nuevo cultivar y se desempeña en el Inta Marcos Juárez, Córdoba.

El experto destacó el carácter diferencial que posee esta variedad frente a la commodity para uso industrial: Alim5.09 se presenta como una variedad con calidad superior para la elaboración de alimentos. Esta variedad se destaca por el tamaño aumentado del grano, el alto contenido proteico y de azúcares, hilo amarillo y reducida actividad de enzimas lipoxigenasas responsables del olor y sabor desagradables.

Es un grano con mejor palatabilidad (sabor), y en comparación con la soja tipo commodity que posee un contenido de proteína promedio del 39%, la nueva variedad alcanza un contenido de proteína promedio del 42% y un potencial de rendimiento de hasta 3.600 kilos por hectárea.

Además es resistente a mancha ojo de rana y cancro del tallo. El nuevo cultivar es del grupo de madurez corto y de crecimiento indeterminado. Se adapta a siembras de primera implantación en el Norte y de segunda en la región núcleo, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. En ambientes de menor potencial Alim5.09 desarrolla un contenido de proteína superior al promedio.

Para Soldini estas características particulares, sumadas a que es un material convencional -no genéticamente modificado-, posicionan a este nuevo cultivar en el mercado internacional de este tipo de granos bajo un sistema de trazabilidad comercial.

Pese a ser uno de los principales productores mundiales de soja, la Argentina no cuenta con programas de evaluación de materiales genéticos orientados a la obtención de germoplasma especial para uso en la alimentación humana.

Mediante un convenio de cooperación tecnológica, el INTA Marcos Juárez junto a la empresa Rojas Lagarde SRL asumió el desafío de «responder a las nuevas demandas por calidad como forma de incorporar valor agregado a la producción soja y de acceder a nuevos segmentos de mercado», remarcó Soldini.

El proyecto tiene como características básicas el uso de recursos genéticos (germoplasma exótico) y biotecnológicos para el desarrollo de material genético de soja especial para consumo humano y alto rendimiento.

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