Juicio a Freiler: mensaje de bienvenida del PJ a Cristina

Jura. Miguel Ángel Pichetto presenció la jura de Mario Pais ante la Corte. Luego el bloque emitió tímido comunicado en rechazo al jury.

El juego de pinzas que derivó en la controvertida suspensión y jury al camarista Eduardo Freiler tuvo un protagonista silencioso, eclipsado tras el accionar concreto del Consejo de la Magistratura y de la Corte Suprema. La jugada política que derivó en el escandaloso plenario donde se apuró la votación contra uno de los jueces que más irrita al macrismo, contuvo un mensaje de bienvenida del bloque de senadores del PJ dirigido a la figura de Cristina de Kirchner, preparado con antelación. El oficialismo ejecutó la maniobra en una inmejorable ventana de tiempo que, esta semana, abrirá el juego a la impugnación de la sesión de consejeros y a la denuncia penal de Freiler contra Ricardo Lorenzetti, quien tuvo el respaldo de sus pares para demorar la jura del senador Mario Pais. El escaso pataleo del peronismo fue otra de las muestras de cómo se urdió la trama que puede tener otros capítulos antes de que en diciembre la expresidenta comience a disputar poder en la Cámara Alta.

"Resuélvanlo judicialmente". Con esa escueta frase, Lorenzetti intentó calmar a los representantes del kirchnerismo que aguardaban a las puertas de su despacho que le tome juramento a Pais para correr hacia el Consejo y sentarlo en su silla para evitar la apresurada votación que planteaba el oficialismo y sobre la que habían alertado al supremo. El pedido formal del bloque del PJ y del Consejo (con la firma de su presidente, Adriana Donato) para que se cumpla el rito con Pais ya había circulado como tema entre los integrantes del máximo Tribunal temprano la mañana del jueves. Todos coincidieron en que por el horario sólo podría hacerse luego de un nuevo capítulo de la audiencia pública por la educación religiosa en Salta. Sólo Elena Highton de Nolasco amagó con acelerar el proceso para evitar el escándalo de que el Consejo sesione con 12, y como sucedió, se logre una mayoría circunstancial de 8 votos para suspender y enviar a juicio político a Freiler. La propuesta de firmar una acordada entre los supremos que habilitara la entrada al suplente pero que no significara expedirse sobre el reclamo de Ruperto Godoy, expulsado del cuerpo por no ser abogado.

Para entonces, emisarios del bloque de senadores del PJ durante los días anteriores habían fatigado los pasillos del cuarto piso del Palacio de Tribunales, pero no con el objetivo de asegurarse la jura de Pais, sino dando por sentado que Godoy tenía los minutos contados como consejero. El bloque K estaba en una encerrona: no podía proponer a Pais antes de ofrecer en el plenario la renuncia de Godoy, en un temario que, como el jueves podía aceptarla e inmediatamente, reducido a 12, poner sobre la mesa el jury a Freiler. A esto se le agrega otra dificultad de orden legal: Pais integraba el Jurado de Enjuiciamiento al que ahora deberá someterse el camarista. Existe una imposibilidad legal para ocupar ambos lugares en simultáneo. Todavía no se había aceptado su renuncia al Jurado, obstáculo insalvable para poder votar como consejero. ¿Qué posibilidad existía de que Miguel Ángel Pichetto no calculara los alcances de la jugada? La respuesta fue su foto durante la toma de juramento de Pais ante Lorenzetti, Highton y Juan Carlos Maqueda. De esa imagen no suelen participar jefes de bloque.

Freiler impugnará el plenario y ampliará una denuncia ya existente por violación de secreto fiscal contra los consejeros oficialistas, incluyendo en el paquete a Lorenzetti por su demora en la jura. Apuntará a Donato, quien pese a que había rubricado una nota pidiendo que jure Pais, arrancó el plenario y consintió la modificación de la agenda. Cambiemos demostró el jueves algo que venía testeando en materia judicial con frecuencia: la instiucionalidad es un junco, cuya flexibilidad en la aplicación le sirve de trampolín discursivo sin efectos electorales negativos. El mundo judicial percibió que ese límite se volvió difuso, por lo que durante el fin de semana intercambiaron pronósticos, vía WhatsApp, sobre cuál será el próximo objetivo de la Casa Rosada más allá de Freiler. También hubo coincidencia en que la "Superliga" de jueces, a pesar de los temores que generan en el Gobierno, desdibujó su accionar como polo de poder.