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La campaña K opera con triple comando
El jefe de Gabinete sugirió a Kirchner moderar el tono de voz y mostrarse menos explosivo. Lo convenció, además, con recurrir al término «práctico» -hubiese preferido pragmático- para desideologizar su discurso y declararse, además, como «no estatista».
A regañadientes, el ex presidente acata pero prefiere otras visiones más callejeras: hace tiempo se fascina con los aportes despojados de Mario Ishii, el intendente de José C. Paz. Sobre La Matanza, entre tanto, sólo oídos para el vice Alberto Balestrini.
Bases
Desde Olivos, el ex presidente coordina -con Randazzo como gestor- la agenda de caminatas que en un 90% concentró, hasta ahora, en el conurbano profundo, mientras prefirió para las zonas menos amables los actos en complejos cerrados para evitar sorpresas incómodas.
Ayer, en Zárate, explotó todas las opciones: caminó un barrio periférico, se reunió con dirigentes y encabezó, al final, un acto en un teatro. Le mezquina, sin embargo, al interior: hoy lo esperan en Chacabuco, zona rural donde anima un piquete campero agresivo.
Un dato curioso es que, en el interior provincial -donde sí es fuerte la presencia de Scioli- y en el primer cordón y las ciudades grandes extraconurbano, Kirchner parece un candidato invisible: los intendentes lo sacaron de sus campañas, los afiches y las pintadas en los paredones.
Motivo: el plan es traccionar de abajo hacia arriba y, por eso, evitan darle protagonismo al ex presidente. Olivos, a lo sumo, sugiere campañas paralelas a los ultra-K en aquellas ciudades donde los alcaldes «esconden» al patagónico para preservar los votos propios.
En Casa Rosada, en paralelo, Massa digita las por ahora reducidas -pero se diseña una presencia más visible- apariciones de Cristina de Kirchner, que con libreto institucional empezó a caminar la provincia para respaldar la candidatura de su esposo.
Ensayo: la Presidente visitó ayer Mar del Plata donde se mostró con Gustavo Pulti, alcalde local y candidato testimonial K. Pulti justificó esa postulación por la promesa de recursos extra para obras y seguridad, Cristina le llevó la primera cuota.
El tercer vértice se asienta en La Plata, donde Scioli, con su jefe de Gabinete, Alberto Pérez; y el ministro de Gobierno, Eduardo Camaño, coordina la gira del gobernador por el interior y los desembarcos «de gestión» de Scioli en el conurbano.
El martes, en Carmen de Patagones, el gobernador empezó la gira de los 9 mil kilómetros, que lo llevó ayer a Mar del Plata con Cristina y lo tendrá hoy en Areco.
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