La multitud se congregó en la plaza de la Independencia, en el centro de la capital del país, para una nueva manifestación que prolonga las protestas iniciadas en noviembre pasado. Cientos de miles de ucranianos, que llevaban banderas nacionales, de la UE y de partidos de la oposición, habían empezado a llegar en las primeras horas de la mañana, pese a las temperaturas bajo cero. Detrás de las barricadas, reconstruidas más altas y más fuertes luego de un intento de policías antimotines de desalojarlos, los manifestantes escucharon a bandas musicales y las intervenciones de los dirigentes.
También habló el influyente senador estadounidense, John McCain, quien aseguró que "Estados Unidos respalda" a las manifestaciones. McCain se reunió poco antes con Evguenia Timoshenko, la hija de la exjefa de Gobierno ucraniana Yulia Timoshenko, con quien habló de la posibilidad de sancionar a "altos funcionarios del régimen de Yanukóvich".
En el parque Mariinskij, en tanto, hubo una contraprotesta con cerca de 15.000 manifestantes opuestos a la adhesión a la UE, pese a que el presidente ucraniano insiste en afirmar que es favorable a la integración continental.
En la mañana de ayer los militantes proeuropeos recibieron un baldazo de agua fría. La UE anunció la suspensión de sus trabajos en vistas a un acuerdo de asociación con Ucrania, debido a la falta de un compromiso claro de Yanukóvich de firmar ese documento. Según indicó el comisario europeo de Ampliación, Stefan Füle, en su cuenta Twitter, el organismo continental le dijo al Gobierno ucraniano que la continuación de las discusiones dependía de un "compromiso claro para una firma", pero "no hubo ninguna respuesta".
Agencias AFP y ANSA |
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