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Lejos del sosiego, las críticas crecen
Pero el presidente del Parlamento israelí destacó que el Pontífice fue distante al drama de los judíos durante el Holocausto. Aludiendo a su militancia de adolescente en el ejército nazi y en las Juventudes Hitlerianas, el presidente del Parlamento, Reuben Riblin, reprochó al Papa su discurso:
«Vino y nos habló como si fuese un historiador, alguien que observa desde fuera sobre algo que podría no haber sucedido». En Yad Vashem, Ratzinger habló de la «horrible tragedia de la Shoá».
Sobre el pasado de Benedicto XVI, el vocero vaticano, obispo Federico Lombardi, declaró que el pontífice afrontó la cuestión de su nacionalidad muchas veces en el pasado, en particular durante la visita al campo de exterminio de Auschwitz en 2006.
«No considera cada vez tener que repetir en todos los discursos todos los puntos sobre la tragedia del Holocausto», afirmó Lombardi.
El portavoz de la Santa Sede también recordó que Ratzinger nunca formó parte de la Juventud Hitleriana. El Papa era un seminarista que a los 16 años fue enrolado por la fuerza en el cuerpo de los auxiliares para la defensa aérea, dijo Lombardi. «Se trata de una fuerza auxiliar del ejército, no tenía nada que ver con los nazis ni con la ideología nazi», destacó Lombardi.
Entre otras aristas conflictivas de su papado, Benedicto XVI se puso en el ojo de la tormenta cuando hace tres meses perdonó a cinco religiosos ultratradicionalistas que habían sido separados de la Iglesia por Juan Pablo II. Uno de los indultados, el británico Richard Williamson, es un conocido negacionista del Holocausto.
El jefe de la Iglesia católica tuvo que atender también otro frente con los musulmanes, recelosos tras sus declaraciones de 2006 en las que vinculaba la violencia con ese culto.
En un rezo en la mezquita del Domo de la Roca, ante el sumo pontífice, quien se descalzó para entrar en ella cumpliendo la tradición, el jurisconsulto Mohamad Husein, máxima autoridad palestina de Jerusalén, le reclamó «un mayor compromiso del Papa para poner fin a la agresión israelí contra los palestinos».
El religioso denunció la situación que padecen palestinos, tanto cristianos como musulmanes, a los que se les impide llegar a los Lugares Santos para orar en la Explanada de las Mezquitas o ante el Santo Sepulcro de Jesús.
Frente a la andanada de críticas, el titular del Centro de Organizaciones de Sobrevivientes del Holocausto, Noach Flug, tuvo palabras comprensivas: «Él no es presidente de una organización sionista. Por este motivo, no se puede esperar que hable como un rabino. Vino aquí para generar un acercamiento entre la Iglesia y el judaísmo, por lo que su visita se debe calificar de positiva e importante».
Agencias Reuters, EFE, AFP, ANSA y DPA
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