14 de diciembre 2016 - 21:53

Lo que la burbuja se llevó

• FILME SOBRE LOS EFECTOS DE LA CRISIS INMOBILIARIA DE 2008
El cineasta sostiene que la pantalla italiana retorna poco a poco a la gran tradición de Fellini y De Sica, después de varias décadas de producción errática.

Servillo. El protagonista de “La grande bellezza” interpreta aquí al confesor del director al desesperado director del FMI (Daniel Auteuil).
Servillo. El protagonista de “La grande bellezza” interpreta aquí al confesor del director al desesperado director del FMI (Daniel Auteuil).
El nuevo film del italiano Roberto Andó, "Le confessioni", pone como excusa una cumbre del G8 y el suicidio del titular del FMI para meterse de lleno en la polémica entre los economistas "que intentan controlar a la sociedad" y el humanismo, que tiene como eje central al ser humano y su bienestar. Andó, asistente de dirección de grandes como Federico Fellini, Francesco Rosi y Francis Ford Coppola, dijo que su película "no es sobre economía, sino sobre cómo los humanos se imaginan el mundo", en referencia a las imprecisiones de los economistas y, en su opinión, el poco interés de estos "por solucionar los problemas de la gente".

Este film del autor de la premiada "Viva la libertad" (2013), que cuenta con el protagónico de Toni Servillo ("La grande bellezza"), habría sido imposible sin la gran crisis de la burbuja inmobiliaria que estalló en Estados Unidos en 2008, con efecto en todo el mundo, y las sucesivas reuniones de líderes mundiales que tuvieron más en cuenta, sostiene Andó, la salvaguarda de la banca que la salud de las personas. "En el momento de crisis nos preguntamos si esto es lo que queremos para nuestros hijos, pero eso no se lo discuten los banqueros porque piensan que el único orden que existe es el suyo", dijo Andó a la prensa en Buenos Aires este año, durante un festival de preestrenos italianos. "Le confessioni", que se estrena mañana, tuvo allí su primera proyección.

"Esta mirada humanista -agregó- es algo que uno tiene desde siempre. Este film fue comparado con uno de Elio Petri, 'Todo Modo'. El cine es un lugar donde se invita a participar a la sociedad, y el gran cine italiano de la posguerra en Italia sabía tratar los temas del hombre. Y es esto lo que me enseñaron Fellini, Rosi, De Sica y los grandes directores con los que trabajé".

Andó cree que hay un "resurgimiento" del cine de su país, tras algunas décadas en las que aquella tradición reconocida a nivel mundial fue dejada de lado, ya sea por el objetivo final de la industria como por la falta de financiamiento para los proyectos.

Más allá de las comparaciones, aseguró que si bien hay directores relacionados con otros de los denominados "clásicos" ("Paolo Sorrentino con Fellini o Nanni Moreti con Rosi", dijo), eso no quiere decir que no tengan "su propia voz", sino que pertenecen a "una misma tradición".

"Es como no reconocer que Pablo Picasso tiene una escuela a sus espaldas que parte de Francisco Goya. La tradición no significa que uno no tenga personalidad, sino que se encuentra marcado, justamente, por esa tradición", señaló. "Viva la libertad", su film anterior, narra la decadencia política de Italia en la piel de un mellizo que, recién salido del manicomio, suplanta a su hermano como líder de la oposición de izquierda y logra imponerse en los comicios para primer ministro. En "Le confessioni" Andó deja de lado la comedia y, con suspenso e intriga, narra los entretelones de una negociación entre las potencias mundiales para tomar una decisión que sumirá a las poblaciones en la pobreza, pero que es la económicamente correcta.

Sin embargo, son dos ministros, sumados a un monje (Servillo) que confiesa al director del FMI (Daniel Auteuil) antes de su suicidio, los que dudan entre el ser y el deber ser en esta historia que tiene algunas referencias a "La Montaña Mágica", del Nobel alemán Thomas Mann, texto en el cual es un italiano (Ludovico Settembrini) el que da las definiciones del humanismo.

"Nosotros pensamos -dijo Andó- que la economía es una ciencia, pero no lo es. A diferencia de la ciencia, la economía no puede ser medida de forma física, sino que tiene un factor psicológico y humano que puede variar las teorías. Y ahí se cruzan con este cura, una variable no predecible, que en la economía se menciona como 'el cisne negro'".

"El director del FMI se suicida y elige al cura como último interlocutor. ¿Por qué a él? ¿Qué le dice? Esta intriga es propia del poder, a pesar de que quizá no le dijo nada. Eso también demuestra la fragilidad de los poderosos", agregó Andó, oriundo de la siciliana Palermo, ciudad que encuentra "con un espíritu similar" al de Buenos Aires. Luego de su paso por Capital Federal, Andó visitó las Cataratas del Iguazú antes de su regreso a Italia, donde trabaja en una serie para la televisión. Para el año que viene ya tiene agendado el rodaje de una comedia al estilo "Viva la libertad", cuyo estrenó está pensado para 2018. A pesar de que en sus films muestran una opinión muy crítica sobre la realidad, sostuvo que es mejor tener una visión "esperanzadora" en el futuro porque "este es un mundo capitalista y el capitalismo es un apéndice de esta democracia".

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