3 de febrero 2012 - 00:00

Lo que se dice en las mesas

 
  • Se mantienen las caras sonrientes entre los operadores alrededor del mundo, ante un arranque más que positivo del año, cuando casi todos esperaban lo contrario. Incluso, el arranque de febrero también fue positivo y por ahora se mantiene la racha de los dos últimos meses. La pregunta repetida es: ¿hasta cuándo? Basta recordar que 2011 arrancó igual. Hubo ganancias espectaculares hasta abril, pero luego la sombra europea oscureció el panorama y los sobresaltos pasaron a ser la constante en la segunda parte del año. Cada analista se maneja ahora con los datos que le convienen. Algunos ponen énfasis en la delicada situación que aún atraviesan las principales economías desarrolladas y los problemas irresueltos de Europa. Otros prefieren darle más importancia a la señal de la Reserva Federal norteamericana, que garantizó tres años más de tasas mínimas, un dato clave para los mercados que antes tenían que estar pendientes de los pasos del organismo cada seis semanas. Con un bono del Tesoro norteamericano a diez años rindiendo un 1,8% anual, casi cualquier alternativa luce interesante (siempre y cuando no se produzca un derrumbe). Los inversores estarán hoy pendientes de un dato clave: el índice de desempleo en los Estados Unidos, que se conocerá a las 10.30 hora de Buenos Aires. Su evolución puede tener un impacto significativo en el cierre de la semana bursátil.

  • El mercado local también se suma a la tendencia, pese a las restricciones crecientes, el conflicto con YPF y la prohibición para que los bancos giren utilidades. Los bonos en dólares, que pueden comprarse en pesos, continúan entre los favoritos. Pero el cupón PBI mantiene su absoluto liderazgo en las preferencias. Algunos bancos de inversión advirtieron que la Argentina podría crecer menos del 3% este año, pero no es relevante. Aquí lo único que importa es lo que informe el INDEC, tanto en materia de inflación (por los bonos en pesos que ajustan por CER), como de crecimiento, por el cupón. En la medida que el organismo oficial informe una expansión de la economía del 3,3%, habrá pago asegurado también en 2013. Y todas las señales van por ahora en esa dirección. El Banco Central, por ejemplo, estimó en su último informe de inflación divulgado esta semana que la economía crecerá este año un 6%. 

  • En este marco de creciente optimismo entre los operadores de afuera, el Oso aprovechó para poner un poco de paños fríos a algunos signos de euforia y desde sus vacaciones en el Este dejó algunas reflexiones: «Hace tiempo que no se tenían cinco semanas tan activas en los mercados emergentes. Se han emitido casi 20.000 millones de dólares en bonos. Un tercio se registró el miércoles con la colocación de Petrobras, que sumó pedidos por u$s 27.000 millones. Esta hiperactividad se produce luego de 4 meses en los que no hubo nuevas emisiones excepto en el mercado de alta calidad. Esto me llama la atención ya que me pregunto cuál es el apuro de los bancos. Puede ser porque se busca aprovechar esta ventana de tranquilidad para facturar, sabiendo que no es duradero o son las empresas que quieren aprovechar las tasas bajas y el exceso de liquidez, pensando que las tasas pueden subir en el futuro inmediato. Hace 40 días los economistas de los grandes bancos nos pintaron un 2012 sombrío y resulta que ahora se han dado vuelta argumentando que el mundo no está tan mal. Vergonzoso, lástima que el año pasado nos hicieron lo mismo». ¿Cómo sigue el mercado, en la opinión del Oso? Veamos: «Yo humildemente creo que se ha evitado quizás el abismo de caer en una situación similar a la de Lehman en 2008, pero no hemos terminado con la crisis crediticia en Europa de ninguna manera (Portugal rinde un 18% a dos años y los bancos españoles acumulan deuda por 100.000 millones de euros). Por lo tanto, seguimos en un mercado de oportunidades donde hay que tener la cabeza muy fría (no ser ambiciosos) y saber cuándo comprar y cuándo vender. Las Bolsas americanas bajaron 4 días en forma marginal, pero consiguieron recuperar todo. Igual, seguimos rebotando ante la barrera de 1.330 en el S&P 500. El año pasado la había quebrado para llegar a 1.370 en abril, para luego caer y terminar el año igual que como empezó, en 1.257 (habiendo tocado 1.074 en octubre); por este motivo es que hay que ser muy prudentes a estos niveles. El euro a 1,31 no tiene mucho sentido. Piensen que lo que necesitan los europeos para salir adelante, además de arreglar el tema de la deuda, es devaluar su moneda como lo ha hecho Ben Bernanke desde 2008 con el dólar. Por último, estemos atentos al petróleo. El 11 de febrero puede haber novedades con Irán (maniobras militares) y puede impactar en el precio».

  • Los bancos están preocupados por captar plazos fijos a mediano plazo, pero la tasa de interés no ayuda, han bajado demasiado en los últimos tiempos. Por eso algunas entidades han acudido a estímulos para que luzca más el 10,5% anual promedio que se paga. Por caso, el Standard Bank a partir de depósitos de $ 50 mil regala millaje en una compañía aérea internacional. El Banco Ciudad por depósitos a 207 días hace una combinación de tasa de interés en pesos con la variación del dólar. El HSBC sortea Tablets entre los que hagan depósitos en esta época del año. El Banco Comafi, a partir de plazos fijos a 180 días de $ 35 mil, obsequia impresoras y PC de última generación. Todo vale para evitar la dolarización. Hay que recordar que ya no hay plazos fijos de casi un 2% mensual. La tasa ha vuelto a un 0,75%.  


  • «Mandale a don Alfredo un saludo de feliz cumpleaños de parte de la Presidenta y mío. Decile que es un patriota». Don Alfredo es, en este caso, el titular de Banco Piano, Alfredo Piano, que a sus más de ochenta años continúa atendiendo en el mostrador de su entidad en la calle San Martín. Y el que hablaba de esta forma era nada menos que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien también hacía partícipe de la felicitación a Cristina de Kirchner. Piano festejó su cumpleaños el fin de semana en Punta del Este, un par de semanas después de que hiciera lo propio Jorge Brito, titular de Banco Macro. Y el saludo le llegó de parte de uno de los empresarios más importantes de la Argentina, que se lo terminó transmitiendo telefónicamente. Moreno aludía, claro, a la actuación del cambista en noviembre, cuando se comprometió a bajar el dólar en el mercado «blue». Luego de haber superado a mediados de noviembre los $ 5, la cotización volvió a niveles de $ 4,75 y no se movió demasiado desde entonces. Resultó imposible, eso sí, bajarlo a $ 4,50, que era el anhelo oficial. Por lo pronto, el mercado espera que el dólar paralelo (o libre) acompañe la suba del oficial, pero que no aumente la brecha, al menos durante el primer semestre.
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