26 de septiembre 2013 - 00:00

Los costos del comercio exterior

Cuando se habla de los costos en el comercio exterior usualmente se piensa en los costos directos más evidentes. Fletes, gravámenes, despacho, seguros y bancos son los que primero surgen, aunque no los únicos. También existen otros que deben ser estudiados y monitoreados, en especial en épocas donde el ritmo de su variación en pesos puede no estar acompasado con el del tipo de cambio.

Tanto en la importación como en la exportación se debe identificar la mercadería para conocer las restricciones previas. Luego, estudiar el modo de transporte (marítimo, aéreo o terrestre), las cantidades negociadas y la aduana de ingreso y nacionalización. Todos estos factores determinarán el costo final de la mercadería aunque a veces los costos por imprevistos suelen ser significativos.

En cuanto a la cuestión tributaria, se sabe que tanto la importación como la exportación hoy están gravadas por derechos. En el primer caso, la alícuota puede depender, entre otras cosas, de si hay producción nacional o de acuerdos internacionales y en el segundo, de temas relacionados con la competitividad del sector o de la industria.

Pero el costo de las restricciones previas ya sea a la importación como la exportación puede ser suficientemente importante como para definir la viabilidad de la operación. No es lo mismo importar un artículo de iluminación, que requiere el cumplimiento de determinadas medidas de seguridad eléctrica, que un explosivo o un autoparte. Hoy muchas de las mercaderías tienen alguna intervención previa para su introducción al país, de acuerdo con su naturaleza. Sucede algo similar con la exportación aunque en menor medida: los productos del agro, los alimentos y los vinos son algunos de los que deben ser sometidos previamente a la intervención del organismo de control.

El modo de transporte es también determinante. Usualmente se elige el modo aéreo para productos de mayor valor agregado o perecederos, el camionero para países limítrofes y el marítimo para destinos de ultramar. Cada uno por supuesto tiene características muy distintas en cuanto a tiempos y costos asociados, que los hacen más indicados para cierto tipo de mercaderías y operaciones.

Finalmente, las aduanas de ingreso y de nacionalización también pueden incidir en el costo final de la mercadería. Algunas aduanas pueden requerir al operador la habilitación de servicios extraordinarios para verificar las mercaderías, e incluso -dependiendo de su especie- la exportación desde la misma planta de producción, que a veces se encuentra en lugares muy alejados del asiento de las aduanas. En los últimos años la AFIP ha instrumentado sistemas no intrusivos de verificación y control utilizando escáneres y precintos electrónicos que simplificarán la operativa, disminuyendo los costos asociados de seguros y estadía en las terminales portuarias.

Los costos asociados a las operaciones de comercio exterior deben ser medidos de forma minuciosa y continua para que los operadores mantengan la rentabilidad deseada.

(*) Gerente general de Clément Comercio Exterior.

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