El 31,6% de los argentinos se ubicó por debajo de la línea de pobreza durante el primer semestre de 2025, mientras que el 6,9% se situó por detrás de la línea de indigencia, según el INDEC. Ambas cifras se redujeron tanto en términos interanuales como respecto del semestre anterior, aunque los especialistas remarcan problemas metodológicos en la medición.
La pobreza cayó al 31,6% en el primer semestre, ante la desaceleración de la canasta básica
La cifra mejoró más de 6 puntos contra fines del año pasado. El 6,9% de la población se situó por detrás de la línea de indigencia.
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La pobreza se hundió más de 20 puntos en términos interanuales.
En el segundo semestre del año pasado la pobreza había sido del 38,1% y la indigencia del 11,4%. La caída en los últimos seis meses fue consecuencia de que el ingreso total familiar creció por encima de la Canasta Básica Total (CBT), utilizada como umbral para medir la pobreza, y de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina la línea indigencia. En efecto, mientras el ingreso aumentó 26,3%, la CBT y la CBA subieron 13,2% y 12,3%, respectivamente.
Vale remarcar que, en el mismo período, la inflación general fue del 15,1%, mientras que los salarios nominales de los trabajadores registrados subieron 14,6%. Por ende, la menos pobreza se explica por una combinación de una inflación menor en productos de primera necesidad y de un fuerte salto en los ingresos de los trabajadores informales.
"Los informales y cuentapropistas, que habían sido los más perjudicados por alta inflación, fueron los más beneficiados por la desaceleración en los aumentos de precios. Esto se vio acentuado por la mejora en la captación de ingresos de la EPH", explicó a Ámbito el economista de la consultora Equilibra, Gonzalo Carrera.
Canastas desactualizadas y declaración de ingresos: los dos problemas metodológicos para medir la pobreza
La medición de la pobreza por ingresos está en discusión por la falta de actualización de las canastas básicas, que deberían realizarse en base a la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017-2018 (ENGHo) y no con la de 2004. La diferencia entre ambas encuestas es que la segunda refleja un viejo patrón de consumo, con un menor peso de los servicios, que en la era Milei registraron mayores aumentos de precios que en el caso de los bienes.
Además, en un reciente trabajo Equilibra agregó que "la elevada volatilidad macroeconómica de los últimos años -altos niveles de inflación y cambio de precios relativos- y las modificaciones de las muestras/cuestionarios de la EPH, distorsionan la percepción de los niveles de ingresos por parte de los agentes encuestados afectando la precisión del proceso de recolección de información de ingresos de los hogares".
En ese marco, el objetivo del trabajo citado fue construir una nueva serie de pobreza, que contemple tanto la corrección de la canasta utilizada como la de subdeclaración de ingresos. El resultado indicó que, para el período entre octubre de 2024 y marzo de 2025, la pobreza fue del 43,3%, bastante más elevada que el 34,7% que reportó el INDEC para el mismo período.
De este modo, la reducción de la pobreza en el último año, con la medición corregida, sería de entre 12 y 13 puntos porcentuales, y no de 20 como muestran los números oficiales.
Niveles de pobreza por edad y región
Los datos del INDEC reflejaron que el ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $671.492, mientras que la CBT promedio del mismo grupo de hogares alcanzó los $1.065.691. Dicha brecha fue del 37% y se mantuvo sin cambios respecto de la publicación previa.
A nivel etario, el nivel de pobreza más elevado se verificó en los niños de hasta 14 años (45,4%). Mientras que, a nivel regional, fue el Noreste la que arrojó un número más preocupante (39%).
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