Los gremios europeos, en pie de guerra por la crisis

Unas 50 mil personas, convocadas por la mayor parte de los sindicatos europeos, desfilaron ayer por las calles de Madrid en reclamo de medidas para preservar los niveles de empleo. Observadores temen que la crisis económica global genere una ola de agitación social en el continente.

Madrid - Más de 50.000 personas se manifestaron ayer en Madrid convocadas por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) contra la crisis y en favor del empleo. La protesta coincidió con la difusión de nuevos datos sobre la economía española, que sufre su mayor contracción desde 1970.

Se trató de la primera protesta europea, organizada en uno de los países del bloque más afectados por la debacle financiera global, que presenta una tasa de desempleo que superó el 17% en el primer trimestre. Hoy habrá una concentración similar en Bruselas y mañana en Berlín y Praga.

La manifestación reunió a más de 50.000 militantes de los gremios de España (UGT y CCOO), Francia (CGT y Force Ouvrière), Portugal (CGT), entre otros países.

Los organizadores esperan reunir entre 150.000 y 200.000 para el conjunto de las protestas europeas, organizadas para «salvaguardar el empleo y recordar que se deben tomar todas las medidas para mantener a los trabajadores en su puesto de trabajo», según un comunicado del CES.

Mensajes

En Madrid, los manifestantes marcharon entre numerosos globos rojos o blancos y banderas con los colores de los sindicatos o de sus países de origen. En las pancartas se podían leer mensajes como «Combatir la crisis. El empleo es lo principal», mientras otros presentes llevaban féretros con los lemas «Políticos del FMI» o «Salvación financiera».

«Los trabajadores no deben sufrir esta crisis injusta de la que no son responsables», declaró el francés Joseph Bellanca, secretario general de la Unión Departamental FO de Haute Garonne (sudoeste de Francia).

«Nos manifestamos contra la crisis, contra la precariedad, por una modificación de las leyes del trabajo», afirmó por su lado el portugués Paulo Faleiro, delegado sindical de la CGT en Setubal, cerca de Lisboa.

Paralelamente, el Instituto Nacional de Estadística español adelantó ayer que la economía local se hundió más en la recesión en el primer trimestre de este año, con una contracción del 1,8% de su Producto Bruto Interno (PBI) respecto del trimestre anterior.

Las agrupaciones de la oposición, lideradas por el conservador Partido Popular (PP), culpan al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de no haber reconocido con anticipación que se avecinaba una crisis de tales magnitudes para favorecer su posición en las elecciones generales de 2008. En el foco de las críticas, el Presidente reconoció el martes ante el Parlamento haber «errado» reiteradamente en sus previsiones.

«La variación intertrimestral del PBI se sitúa en el -1,8%, ocho décimas por debajo del trimestre anterior», cuando había caído un 1%, señaló el INE en un comunicado. Se trata del tercer retroceso consecutivo del PBI, que había caído un 1% en el cuarto trimestre de 2008 y un 0,3% en el tercero, siempre respecto del período inmediatamente anterior. En términos interanuales, el PBI español retrocedió en el primer trimestre un 2,9%.

La actividad económica española entró en declive a partir de 2007, después de unos quince años de fuerte crecimiento, y se sumió en la recesión a finales de 2008. Esta la primera recesión en España (definida como dos trimestres consecutivos de contracción del PBI) desde 1993.

Desocupados

El estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera mundial paralizaron la economía local y dispararon la desocupación, que afecta actualmente al 17,36% de la población activa (4 millones de personas), récord en Europa. Se teme que el índice supere el 20% el año que viene.

Los datos definitivos del PBI del primer trimestre se publicarán el 20 de mayo, y si se confirman las cifras adelantadas, se tratará de la mayor contracción financiera desde 1970.

Tras conocer el comunicado, el líder del PP, Mariano Rajoy, afirmó que «es la peor caída de la historia y un dato que refleja la enorme dureza de la crisis». «Y de la crisis -consideró- no se sale con iniciativas tomadas con alfileres o con conejos de la galera», aseveró, en alusión a las medidas anunciadas el martes por Zapatero. El Presidente, según el dirigente opositor, «no es convincente y es difícil creerle».

Entre las medidas que anunció Zapatero figuran el recorte de 1.000 millones de euros en el gasto público, supresión de la desgravación por compra de vivienda y mayor deducción al alquiler, y reducción de cinco puntos del impuesto a las sociedades para las pequeñas empresas.

Agencias EFE, AFP y DPA