9 de febrero 2009 - 00:00

Michetti decidirá si se desdoblan elecciones porteñas

Gabriela Michetti
Gabriela Michetti
Mauricio Macri se debate por estos días entre el poder político de dos mujeres. A una ya decidió dejarla de lado: no aceptó el esquivo convite de Elisa Carrió para abrir un diálogo entre las dos fuerzas, algo imposible de pensar hace dos meses. A Gabriela Michetti la seguirá esperando hasta que la vicejefa de Gobierno decida si encabezará o no la lista de diputados nacionales por la Capital Federal. Curioso que ambas sean los puntos de conexión más cercanos entre el PRO y la Coalición Cívica por la relación personal que mantienen desde hace años.
De la decisión de Michetti depende que las elecciones porteñas se desdoblen en cargos locales y nacionales, con lo que el cronograma de este año en la Ciudad podría cambiar apurando al Gobierno en un desafío que el kirchnerismo sabe que tiene perdido. Sólo si la convence de encabezar la lista, Macri cambiará el cronograma electoral.
El problema no es menor para el jefe de Gobierno. Michetti no está convencida de querer dejar la Ciudad para terminar en el Congreso donde, salvo excepciones, es difícil para cualquier político conocido hacer carrera. Lo sabe el propio Macri que no recuerda entre sus mejores anécdotas el paso por la banca de Diputados.
Para Michetti, ingresar en una Cámara como Diputados, donde el radicalismo y la Coalición Cívica ya enarbolan un acuerdo para intentar quitarle el predominio al kirchnerismo a partir de diciembre de este año, sería resignar la carrera en la Ciudad por un tiempo.
De hecho, una banca como diputada tampoco tendrá el brillo que hoy le otorga el ser la reemplazante del jefe de Gobierno porteño cuando éste viaja fuera del país o la imagen de máxima figura a la hora de decidir junto con Macri. Ese capital político raramente pueda reeditarlo en el Congreso.
Pero el macrismo no tiene demasiadas opciones para reemplazarla. La decisión de Carrió de cambiar su postura histórica en relación con el macrismo tuvo que ver específicamente con esa posición. Tanto en la Coalición Cívica como en el PRO saben que cualquier medición ubica a Michetti bien lejos de cualquier contrincante.
Por eso Carrió le dijo el viernes pasado a Macri por todas las radios que le quisieron abrir micrófono mientras continuaba con su paso por Washington donde denunció ante la OEA peligros de fraude en la provincia de Buenos Aires, que estaría dispuesta a sentarse a dialogar. No con él en persona, pero sí con el PRO: «No tengo claro todavía, pero me parece bien. Me parece que la oposición se está uniendo en todos los lugares», definió la líder de la Coalición Cívica. «Me parece que lo más importante ahora es que los bloques opositores actúen juntos en el Parlamento nacional, independientemente de lo que suceda para las diputaciones nacionales».
En esas condiciones, nadie puede quitarle hoy a Michetti el rol de gran electora de la decisión final que tomará el macrismo en la Capital y que puede cambiar el destino de las elecciones porteñas este año.

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