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Molinos Río: buen ritmo inaugurando el ejercicio
EL RASTRO: La utilidad obró sobre la «huella» de respaldo, como para trepar ahora a los $ 472 millones en «acumulados» -sobre capital de $ 249 millones- y la única contrariedad es si se enturbia el mercado internacional (chinos mediante).
Objeto Social: «Productos de marca, graneles»
Una fuerte superación pu-do constatarse en su primera entrega, especialmente referida en el cotejo contra el año anterior y donde la compañía tuvo que asumir un primer paso de magros resultados finales.
Pero, al extender la mirada a todo el quinquenio último, se encuentra que la línea final de su cuadro es el punto más alto en los cinco años. Indudablemente auspicioso para proyectar el trayecto que resta, lo es más todavía porque lo conseguido provino específicamente de su labor netamente «operativa», ayudada en la ocasión por saldos «financieros» que erosionaron mucho menos la zona alta del cuadro. Conjunción virtuosa en tres meses, donde Molinos Río mostró un beneficio final de 30% del capital y un casi 6%, sobre patrimonio neto.
A sabiendas de que en su tipo de negocio impera la utilidad basada en la alta rotación, no en márgenes amplios, todo arrancó con ventas integrales por $ 1.759 millones ($ 770 millones por «marcas» y $ 989 millones provenientes de «graneles») dejando utilidad bruta de $ 347 millones -en el 2009 eran $ 221 millones- y que al deducir los «gastos» naturales, permitieron retener $ 132 millones en la zona superior. El año anterior, en tal punto, era pérdida por $ 7,4 millones. Deduciendo el aporte fiscal, de $ 35 millones, pasó a la línea final con el buen número de $ 74,6 millones abriendo el juego en 2010. Tendiendo a bajar en los pasivos totales, sus ratios la muestran todavía poco cómoda en endeudamiento, aunque bien en liquidez. Y el valor contable en suba, de $ 4,75 a los $ 5,10.
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