28 de marzo 2013 - 00:00

Pocas opciones para evitar un vacío de poder

Roma - El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, debe tomar nuevamente decisiones trascendentales frente a la crisis política y económica que sacude a la península. El preencargo para formar Gobierno que Napolitano confió el viernes pasado al líder del centroizquierda, Pier Luigi Bersani, es casi una misión imposible. En efecto, será difícil para el secretario del Partido Democrático (PD), que días atrás admitió que para concretar su Ejecutivo "se necesita un milagro", lograr un mandato pleno sin un apoyo parlamentario seguro.

Bersani hasta ahora no ha logrado consensos para obtener un voto de confianza que dé luz verde a un Ejecutivo. De este modo, el resultado electoral de febrero retrotrae a las alquimias de la Primera República, escribió el Corriere della Sera, y a las fórmulas usadas entonces para superar momentos críticos parecidos al actual.

El diario milanés recordó el breve Gobierno de tregua de Giuseppe Pella, instalado por el presidente Luigi Einaudi en agosto de 1953, cuando el voto había alterado los equilibrios precedentes. O la experiencia de Gobierno "de la no desconfianza", encabezada por Giulio Andreotti en 1976 y que se sostuvo con la abstención del Partido Comunista, negociada entre el hombre-guía de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, y el comunista Enrico Berlinguer. Esa técnica parlamentaria se fundaba sobre un acuerdo político explícito.

Los analistas se preguntan si Bersani -que hace lo imposible para concretar un Gobierno de minoría- podrá contar con un acuerdo de ese tipo para presentar al jefe del Estado. Si no está en condiciones de hacerlo, la única salida posible sería renunciar al preencargo. En ese caso, el presidente Napolitano tratará por todos sus medios de dar vida a un Gobierno institucional (o del presidente o "de objetivos") fundado sobre una gran coalición, acerca de la cual hizo referencia como una salida recurrente en Europa.

El jefe del Estado podría convocar en pocas horas a una personalidad, que según el Corriere con toda probabilidad ya identificó, es decir, a un político con alguna experiencia institucional y de alto prestigio en Europa, con conocimientos de economía, y enviarlo al Parlamento a hacerse votar la confianza. Napolitano, con esta opción, pondría a los movimientos políticos ante sus responsabilidades.

La decisión la debería tomar con urgencia, tanto por la situación de gravedad que atraviesa el país como porque el 15 de abril el Parlamento debe ser convocado para elegir al sucesor de Napolitano.

En tanto, a agencia de calificaciones Moody's sigue de cerca los "esfuerzos" de Bersani para formar un Gobierno" para sus evaluaciones sobre el rating, afirmó el analista Dietmar Hornung, según el cual el resultado del intento del jefe del PD tiene reflejos a "corto plazo" sobre el perfil de crédito del país.

Hornung señaló que la difícil situación en la eurozona se agrega a los problemas políticos de Italia, escenario que constituye un obstáculo al crecimiento y que podría tener un impacto sobre la calificación del país. "La situación de Chipre y su impacto en la eurozona es negativo, e Italia no es una excepción", explicó.

En tanto, el Tesoro italiano colocó la totalidad los 3 mil millones de euros en títulos a diez años que se había propuesto y registró una caída de las tasas de interés que debió pagar. El rendimiento promedio del bono con vencimiento en mayo de 2023 bajó al 4,66% desde el 4,83% de hace un mes, cuando había tocado un máximo desde octubre del año pasado.

También vendió el títulos a cinco años, con vencimiento junio de 2018, por 3.910 millones de euros, algo menos del objetivo máximo de 4 mil millones, registrando un alza de las tasas. El rendimiento promedio subió al 3,65% desde el 3,59% precedente. Pese al resultado de la subasta, el riesgo-país se mantuvo en torno a los 346 puntos.

Agencia ANSA

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