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Saldo negativo
De los que jugaron en Varsovia, con buena voluntad, se puede rescatar a Mateo Musacchio, sobre todo por su juventud (tiene sólo 21 años) y a Marco Ruben, por luchar todo el partido y convertir un bonito gol, que ilusionó a los de Batista con terminar, al menos, con un empate.
Del resto es muy poco lo que se puede sacar, quizás la ubicuidad de Mario Bolatti, que no tuvo ayuda en el medio.
Del otro lado, la actuación de Federico Fazio, una de las promesas, fue malísima; ayer se «colgó» el primer gol, pifiando un rechazo y ante Nigeria fue protagonista de varios de los goles del rival. Era una alternativa que tenía Batista, pero quedó en el camino.
Ayer, los polacos hicieron pesar la experiencia de sus jugadores, manejando pelota y terreno. No tuvo una gran actuación su estrella, el delantero del Borussia Dortmund Robert Lewandowski, y por eso no terminó goleando. La Selección se defendió mejor, pero terminó perdiendo por dos errores defensivos, valga la paradoja, que fueron puntuales, pero que los polacos no perdonaron.
El primero fue una pelota que perdió Cabral, en la mitad de la cancha y que terminó con un pelotazo para Mierzejewski, que aprovechó la pifia de Fazio para batir a Gabbarini.
El empate fue una gran media vuelta de Marco Ruben, no bien empezado el complemento, pero desniveló Brozek a los 22, aprovechando una mala salida defensiva de Jonathan Bottinelli, llamado de apuro para este partido.
Dos derrotas que duelen de distinta manera, pero duelen, porque más allá de los nombres estaba la camiseta celeste y blanca con el escudo de AFA.
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