Los refugiados son cada vez más numerosos en el valle de Swat, la región de la que el Ejército de Pakistán intenta desalojar a los fortalecidos rebeldes talibanes.
Kota - Las autoridades paquistaníes levantaron temporalmente ayer el toque de queda para permitir a más de 200.000 civiles huir de la zona de combate en el valle de Swat, en donde el Ejército inició una importante ofensiva contra los talibanes hace dos semanas.
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Pakistán, una nación con arsenal nuclear, espera detener la creciente insurgencia talibana con una ofensiva en el antiguo valle turístico, situado a 130 kilómetros de Islamabad, luego de las críticas de EE.UU contra el Gobierno por no actuar a tiempo contra los militantes islamistas. Un máximo de 200 militantes perecieron en Swat y en el distrito vecino de Shangla en las últimas 24 horas, afirmó el Ejército.
Huida
Alrededor de 200.000 personas abandonaron Swat en los últimos días y se espera que en total unas 500.000 huyan del lugar. Se sumarán a 555.000 residentes desplazados anteriormente de otras zonas debido a los enfrentamientos que comenzaron en agosto.
«Todos quieren salir de este infierno», dijo al teléfono Zubair Khan, un residente de Mingora, la principal ciudad del valle. «Algunos están conduciendo vehículos mientras que otros sólo van a pie. No saben a dónde ir, pero quedarse aquí sólo significa la muerte», agregó.
La ofensiva fue lanzada mientras el presidente Asif Ali Zardari, viudo de la ex primera ministra asesinada Benazir Bhutto, se encontraba en Washington para asegurar a EE.UU. que su Gobierno está comprometido con la lucha contra la militancia.
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