Se aleja Ocampo: Luis Caputo y Demian Reidel se acercan al gabinete

Con un plan para las Leliq, el exministro de Finanzas y expresidente del BCRA es el principal candidato para Economía. Ayer se reunió con Posse.

Luis Caputo

Los cambios en el armado del futuro Gabinete de Javier Milei están a la orden del día. El área económica es también terreno para los vaivenes. Por caso, el mentor del plan de dolarización que el presidente electo promocionó en campaña, Emilio Ocampo, se bajó de la posibilidad de presidir el Banco Central, como Milei había adelantado tiempo atrás. En el juego de piezas para la conducción de la economía ganaron fuerza los nombres de Luis “Toto” Caputo y Demian Reidel, quienes parecen encaminarse a conducir el Palacio de Hacienda y el BCRA, respectivamente.

Justamente, el alejamiento de Ocampo responde en parte a que no comparte el plan para desarmar el stock de Leliq que Caputo le presentó a Milei ni el hecho de que el libertario vea dicho desarme como un paso previo al inicio de la dolarización.

Milei espera que Caputo acepte a la brevedad su propuesta de hacerse cargo del Ministerio de Economía, según comentan allegados a La Libertad Avanza (LLA). Pese a que la posibilidad es muy cercana, fuentes cercanas al mandatario electo aseguraban a Ámbito anoche que su nombramiento aún no estaba confirmado.

Desde LLA afirman que el futuro titular del Palacio de Hacienda sería alguien que le llevó a Milei una solución para el problema de las Leliq, en referencia al exministro de Finanzas y expresidente del Banco Central de Mauricio Macri. Sus allegados plantean que no es amigo de los cargos públicos. Sin embargo, el presidente electo decidió sumarlo a sus colaboradores porque, de acuerdo con lo que comentan en el entorno libertario, le presentó un esquema sólido para resolver el problema de las Leliq, a partir de obtener financiamiento externo.

De hecho, ya participó de las primeras reuniones con el staff del Fondo Monetario Internacional, que encabezó el futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Justamente, ayer Posse y Caputo se reunieron ayer al mediodía en el Hotel Four Seasons para negociar la propuesta de incorporarse al gobierno.

Durante el gobierno de Macri, el “Messi de las finanzas” (como lo denominaba el expresidente) lideró el proceso de endeudamiento externo durante 2016 y 2017 hasta que a principios de 2018 los mercados internacionales cerraron el grifo. Luego recaló en la presidencia del BCRA ante la partida de Federico Sturzenegger, cuando la gestión de Cambiemos ya había acudido al multimillonario préstamo del FMI, con cuya conducción mantuvo intensos cortocircuitos que derivaron en su salida de la autoridad monetaria.

En tanto, en las últimas horas, ganó fuerza el nombre de Demian Reidel, exintegrante de la conducción del Central en tiempos de Sturzenegger, como posible titular de la entidad en el comienzo del gobierno de Milei. Sobre todo, ante el alejamiento de Ocampo, quien había sido el primer funcionario que Milei mencionó para el puesto: “Emilio Ocampo va a ser el presidente del Banco Central y lo va a cerrar”, había dicho durante la campaña.

La probable designación de Caputo en Economía, comentan, provocó malestar en Emilio Ocampo, el economista que trabajó sobre la idea de dolarización de Milei, ya que el actual titular de la consultora Anker Latinoamérica tiene una propuesta alternativa para desarmar el stock de Leliq que interesó al mandatario electo. Milei señaló que la conducción del BCRA deberá estar alineada con el Ministerio de Economía.

En declaraciones periodísticas, Milei reiteró que él será quien defina los grandes lineamientos económicos. Un elemento interesante en este sentido es que el nuevo presidente ha decidido acotar las responsabilidades del Palacio de Hacienda De hecho, el ministerio de Infraestructura, a cargo de Guillermo Ferraro, tendrá en su órbita áreas clave para la política económica, como energía, comunicaciones, minería, obras públicas y transporte.

Lo cierto es que son horas decisivas para la conformación del gabinete económico de Milei, quien confirmó los lineamientos generales de su plan de ajuste en shock impulsados durante la campaña pero aún no dio precisiones sobre su política monetaria y cambiaria.