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Se prevé mayor presión sobre el dólar desde hoy
Desde la entidad que preside Martín Redrado buscaron dar una señal ante las noticias: no habrá cambios en el esquema de flotación administrada.
«Más allá de las cuestiones políticas, algo positivo de adelantar las elecciones es que reduce el período de incertidumbre, que de otra forma hubiera sido mucho más largo», explicó un alto ejecutivo del Central.
Como es habitual cuando se recalienta la demanda, el Banco Central no sólo jugó fichas en el mercado contado (spot), sino también en el de futuros. En los últimos meses había bajado su exposición en estas operaciones, pero ahora estaría dispuesto a subir la apuesta, con el objetivo de perder la menor cantidad de reservas posible. Por eso, el viernes se mostró como un activo vendedor de futuros para los períodos que van de fin de junio a fin de diciembre de 2009.
El dólar minorista cerró sin cambios en $ 3,66 y en el mayorista del Mercado Abierto Electrónico (MAE) tuvo una suba ínfima a $ 3,652. El contrato a fin de junio negociado en el Rofex llegó a $ 3,731 y para fin de julio el Central vendió contratos a $ 3,765. Para fin de diciembre, la divisa se pactó a $ 3,96, con una suba del 0,36%. El contrato a 13 meses, con vencimiento en abril de 2010, se pactó a $ 4,11.
El Gobierno sabe que las próximas semanas serán complicadas desde el punto de vista cambiario. No sólo porque comenzará de manera adelantada la incertidumbre típica de un período preelectoral, sino también por la escasa liquidación de divisas por parte de las cerealeras.
Recién a mediados de abril llegaría el respiro, cuando comienzan a ingresar los dólares por la liquidación de la cosecha gruesa, una tendencia que se acentúa en mayo, justo antes de la elección.
Habrá otras ventajas en ese período. Por ejemplo, mayo es un mes excepcionalmente alto en materia de ahorro fiscal porque vence el pago anual del Impuesto a las Ganancias.
Adicionalmente, los vencimientos de deuda en el segundo trimestre son mínimos: en mayo vencen apenas u$s 655 millones y en junio vencía una cifra mucho más abultada, de u$s 2.600 millones. Pero casi todos son Préstamos Garantizados que entraron en el canje de enero por el nuevo Bocan que vence en 2014. En Casa Rosada saben que no tendrán viento de cola como en el pasado, pero ya se esperanzan con una «brisa de otoño», con mayor ingreso de divisas, superávit fiscal y casi sin obligaciones importantes de salir a cubrir pagos de deuda.
Por lo tanto, los vencimientos gruesos de agosto (u$s 3.000 millones por Boden 2012) y diciembre (más de u$s 1.600 millones sólo por el pago de cupón PBI) caerán después de los comicios.
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