Se sumó Figallo y el resto tuvo día libre

Algunos Pumas salieron a pasear por Cardiff y se fotografiaron en el castillo de la ciudad, construido por los romanos, aunque debido a que hoy se está disputando la copa tiene una gran pelota de rugby “rompiendo” una de sus paredes.

Los Pumas tendrán frente a Irlanda el próximo domingo a las 9 (de nuestro país) por los cuartos de final del Mundial de Inglaterra, en Cardiff, la sensación de jugar como visitantes como no les sucedió hasta acá. Tras disputar los cuatro partidos de la primera fase como local, con las gradas con dominio albiceleste, en el Millennium se espera que haya 60.000 hinchas del equipo rival, de los 75.000 que asistirán al partido.

En Wembley contra Nueva Zelanda, en Gloucester frente a Georgia y en Leicester en los partidos con Tonga y Namibia, el seleccionado argentino jugaba en casa. Pese a todo, los jugadores creen que los hinchas albicelestes, en minoría, harán tanto ruido como los irlandeses. "Hay que ver si somos locales o visitantes, porque 60.000 irlandeses no sé si gritan tanto como 10.000 argentinos. Eso es increíble. Gritan fuerte y hacen mucho lío", afirma el wing Juan Imhoff. Y agregó: "Con la gente que haya en el estadio, con todo el envión, con toda la confianza, ojalá podamos sacarnos de la cabeza ese marco y que de nuevo el estadio se vuelva a sentir como celeste y blanco y poder disfrutarlo como hasta ahora".

En la jornada de ayer se sumó a la concentración Juan Figallo, proveniente de Londres, donde se encontraba entrenando con su club Saracens. Sorprendido por este llamado, el pilar salteño se mostró consternado por la lesión de Nahuel Tetaz Chaparro. "La verdad es que realmente es una lástima lo de Nahuel, porque venía jugando muy bien, en muy buen estado y sin dudas darse de baja de un Mundial es algo muy duro. Por otro lado, lo vivo con mucha alegría y me toma de sorpresa, porque no me lo esperaba. Estar acá es el sueño de todo jugador", señaló. El resto del plantel gozó de una jornada libre. Algunos salieron a pasear por Cardiff, donde se fotografiaron en el histórico castillo de la ciudad, y otros se quedaron descansando en el complejo The Vale Resort.