18 de noviembre 2010 - 00:00

Sin quórum, el Gobierno perdió última chance del Presupuesto

Agustín Rossi no logró sumar los 129 diputados del quórum, aunque Martín Sabbatella lo acompañó.
Agustín Rossi no logró sumar los 129 diputados del quórum, aunque Martín Sabbatella lo acompañó.
El kirchnerismo no logró ayer el quórum en la sesión especial que había pedido para debatir el dictamen del Presupuesto nacional 2011. El final de ese intento, al haber logrado sólo 117 diputados de los 129 necesarios, marcó la defunción del proyecto.

La oposición insistió en el pedido de reunir a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, como votó hace una semana, para debatir nuevamente los dictámenes. Pero el oficialismo no la convocó y será imposible que lo haga: el Gobierno ya sabe que no tendrá número para imponer en el recinto su proyecto. De ahí que la única opción será que reconduzca la Ley de Presupuesto 2010 y tome las decisiones por decreto.

De todas formas, el kirchnerismo aclaró que sólo pediría otra sesión especial para debatir los proyectos si los bloques opositores hacen lo mismo, pero en ningún caso accederán a convocar a la Comisión de Presupuesto.

Resulta difícil, además, que algún opositor acceda ahora a bajar al recinto para una sesión auspiciada por el oficialismo después de las denuncias de negociaciones e intentos de supuestos sobornos que ayer siguieron complicando a la Cámara de Diputados. Además, Cristina de Kirchner debería convocar a sesiones extraordinarias y seguramente no lo hará sabiendo que no cuenta con los votos suficientes para sancionar el proyecto oficial.

Pero eso no significa que el Presupuesto 2011 o parte de él hayan pasado a la historia definitivamente.

En marzo, el Gobierno deberá pedirle al Congreso que le apruebe la autorización para cancelar deuda, potestad absoluta del Poder Legislativo, y el lanzamiento de nuevas obras.

Moción

El oficialismo sólo logró reunir en el recinto a 117 legisladores con toda la oposición afuera, salvo por el cordobés radical Oscar Aguad, que esperó el plazo reglamentario para pedir que se levantara la sesión.

Antes de que se cayera la sesión, y en una declaración en minoría, Agustín Rossi protestó: «La oposición no nos va a extorsionar; se asustan cuando los llama un funcionario, pero no cuando los llaman un empresario tras otro empresario», dijo en relación con las denuncias sobre intentos de sobornos de hace una semana.

«Hemos demostrado toda la voluntad para que se debata el Presupuesto y que no hagan este latrocinio institucional. Siguen siendo como hasta ahora, una oposición que pone palos en la rueda y trata de trabar la gestión de Cristina de Kirchner», terminó.

Presencias

Junto a él se sentaron los diputados kirchneristas, los del bloque de Nuevo Encuentro, con Martín Sabbatella y provinciales como el cordobés Francisco Fortuna, cercano a José Manuel de la Sota y Pedro Molas, del Frente Cívico Catamarqueño.

A las 11.20, Aguad insistía en el vencimiento del plazo que otorga el reglamento para el inicio de una sesión. Fue entonces cuando a Eduardo Fellner no le quedó otra opción que dar por fracasada la sesión.

Un poco más tarde, la oposición tuvo también otro fracaso: no logró el quórum en la sesión especial que habían pedido el GEN, Proyecto Sur, el socialismo y los diputados de Luis Juez para debatir la reforma del INDEC. Hubiera sido imposible que lo lograran: en ese momento, la Comisión de Asuntos Constitucionales (ver nota aparte) estaba en medio de una guerra discutiendo las denuncias sobre los intentos de soborno.

Para ese momento, además, los radicales estaban en otro trámite: un grupo de dirigentes y legisladores realizó un acto de desagravio al ex jefe del bloque radical César «Chacho» Jaroslavsky por la mención que hizo de él Elisa Carrió en la denuncia contra la UCR por supuestas negociaciones.

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