Metrovías anunció que pedirá desaforar a dos dirigentes y un delegado para despedirlos. Analizan protestas hoy.
El despido de tres dirigentes sindicales del subte anunciado ayer por la concesionaria Metrovías agudizó el conflicto que sostiene la representación mayoritaria en el servicio en rechazo al aumento salarial de 15% pactado con otro gremio. La compañía difundió el inicio del trámite de exclusión de tutela -condición previa necesaria para concretar la cesantía de un sindicalista- ante la Justicia laboral de dos miembros de la Comisión Directiva de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp) y de un delegado, y de ampliar a 171 el número de suspensiones por supuestas "agresiones e incidentes" en la protesta con apertura de molinetes del jueves pasado.
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Anoche, la conducción de Agtsyp se encontraba reunida para resolver los pasos legales y gremiales en respuesta de los despidos. Enrique Rositto, encargado de Prensa del sindicato, le dijo a este diario que la determinación de Metrovías era "doblemente grave" por apuntar contra trabajadores "que no perjudicaron a los usuarios -no hubo interrupción del servicio excepto la tarde del jueves luego de la detención por unas horas del metrodelegado Néstor Segovia- ni impidieron el transporte y que tomaron medidas que fueron consideradas por la Justicia porteña como una extensión del derecho de huelga".
Además, Rositto sostuvo que "el comunicado de Metrovías contradice al jefe de Gobierno porteño", Horacio Rodríguez Larreta, quien había dicho que Agtsyp era "un gremio ilegal". Recordó en ese sentido que la concesionaria debió acudir a la Justicia para pedir la nulidad de los fueros de los tres acusados antes de concretar su despido. La Agtsyp había realizado ayer una apertura de molinetes en la línea C entre las 17 y las 20 sin incidente alguno.
El conflicto está planteado desde hace años y se agudizó en marzo, cuando la Corte Suprema confirmó la nulidad del trámite de otorgamiento de la personería gremial que Agtsyp había obtenido a fin de 2015 (días antes del fin del mandato de Cristina de Kirchner), y al mes siguiente volvió a escalar una vez que la paritaria en el servicio fue resuelta con una suba del 15% entre Metrovías y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el sindicato que históricamente ostentó la representación formal de los empleados del subte.
Además, el Gobierno porteño volvió este año sobre sus pasos y excluyó a los metrodelegados de la discusión salarial a diferencia de las paritarias previas desde hacía casi una década, en las que incluso sin reconocimiento legal eran incluidos en la mesa de negociación.
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