12 de octubre 2015 - 00:00

Turquía apuntó contra el Estado Islámico por el peor atentado de su historia

Miles de personas se manifestaron ayer en Ankara contra el presidente Recep Tayyip Erdogan, a quien responsabilizaron por el doble atentado del sábado.
Miles de personas se manifestaron ayer en Ankara contra el presidente Recep Tayyip Erdogan, a quien responsabilizaron por el doble atentado del sábado.
Ankara - Turquía investiga a Estado Islámico (EI) por el doble atentado suicida con bombas en Ankara el sábado que acabó con la vida de 97 personas, dijeron funcionarios ayer, mientras que opositores al presidente Recep Tayyip Erdogan lo culparon por el peor ataque de ese tipo en la historia del país.

Las investigaciones oficiales sobre la masacre apuntan directo al grupo terrorista EI. Fuentes policiales citadas por los medios locales señalaron como pista privilegiada aquella de un plan estratégico de los yihadistas.

Habría sido también individualizada una célula turca del EI en la provincia oriental de Adiyaman como base organizada del ataque. El mismo pudo haber sido perpetrado por Yonus Alagoz, hermano del atacante de Suruc, que el pasado 20 de julio mató a 33 activista prokurdos en la frontera con Siria.

Si bien desde entonces está huyendo, el hombre regresó ahora a la mira de la Policía turca. Fragmentos de huellas digitales encontradas sobre los restos de uno de los artefactos explosivos debería permitir dar con la identidad de uno de los atacantes a través del examen de ADN.

Según algunas versiones, se trataría de un hombre de cerca de 25 años, mientras que el otro atacante sería una mujer. Pero otras fuentes hablan de dos hombres.

Para los investigadores turcos el modus operandi del EI parece adaptarse perfectamente a la masacre de Ankara. "El ataque tiene el mismo estilo de Suruc, todas las señales indican que es una copia", sostuvieron.

La agencia estatal de noticias Anadolu dijo que la Policía detuvo a 43 sospechosos en operaciones contra Estado Islámico en toda Turquía.

El país es vulnerable a infiltraciones por parte de los yihadistas, que controlan vastos territorios en Siria e Irak. Pero el grupo, que por lo general reivindica sus ataques, no se atribuyó el atentado en Ankara en sus publicaciones en internet, como tampoco lo hizo con el de Suruc.

Funcionarios del Gobierno dijeron que pese a la alarma por el ataque durante una manifestación de activistas prokurdos y grupos civiles, no se pospondrán unas elecciones de noviembre en las que Erdogan espera poder restaurar una mayoría general para el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), fundado por él.

Ayer, miles de personas se reunieron en el lugar del ataque afuera de la principal estación ferroviaria de Ankara, muchos de ellos acusando al presidente de estimular sentimientos nacionalistas en su campaña militar contra militantes kurdos, acusación que el Gobierno rechaza con vehemencia.

"Erdogan asesino", "Policía asesina", gritó la multitud en la plaza Sihhiye, mientras que policías antimotines apoyados por carros lanzaaguas bloquearon la calle principal que conduce a los edificios donde está localizado el Parlamento y los edificios del Gobierno.

El Partido Demócrata Popular (HDP) prokurdo, con gran presencia en la manifestación del sábado y con escaños en el Parlamento, dijo que la Policía atacó a sus líderes y miembros mientras trataban de dejar claveles en el lugar del atentado.

Los ataques remecieron a un país asolado por el resurgimiento del conflicto con militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste y cada vez más amenazado por la propagación de la guerra de la vecina Siria.

Agencias Reuters, ANSA y EFE

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