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Unasur evalúa fijar cláusula “antigolpes”
En Georgetown ya están instalados el canciller Héctor Timerman, que hoy participará de la previa de los cancilleres, y Rafael Folonier, uno de los colaboradores que el patagónico tenía para su trabajo en la Unasur, que intervino en las mesas de preparación.
La cita continental tendrá como eje la inclusión de una cláusula democrática, forjada a partir del golpe fallido en Ecuador, que fijará una serie de disposiciones para el caso de que se produzca alguna alteración del orden constitucional en alguno de los países miembros.
La propuesta, bosquejada por Correa, incluye el cierre de fronteras del Estado donde se produzca, eventualmente, una asonada. Comenzó a discutirse en las reuniones previas; hoy la evaluarán los cancilleres y mañana la aprobarían los presidentes.
Por otro lado, ya está definido el homenaje a Kirchner, fallecido el 27 de octubre pasado, que había sido proclamado en mayo pasado al frente de la Unasur.
En paralelo, contra reloj, ayer se perfilaba una salida acordada para resolver, al menos temporalmente, la cuestión de la vacancia en la Secretaría General que ocupaba el ex presidente. En su momento se habló del brasileño Lula da Silva y del uruguayo Tabaré Vázquez como posibles reemplazos.
Pero por estas horas, según trascendió, se analiza una solución que no incluiría a ninguno de los dos. Lula, por lo pronto, dejó trascender que no estaba, por ahora, entre sus planes ponerse al frente de la Unasur.
Tabaré, en tanto, guardó un estricto silencio al respecto y su desembarco aparecía complicado por una cuestión puntual: la relación tirante que mantuvo con la Argentina por las pasteras asomaba como un factor crítico para su llegada al cargo continental.
Una tercera opción, más lejana, mencionó a Michelle Bachelet. Pero la ex presidente de Chile ocupa un cargo en la ONU y se dudaba, además, de que Sebastián Piñera avale su nombramiento en la Unasur.
En el encuentro de Guyana -único país del continente que tiene el inglés como idioma oficial- se discutirán otros temas. Uno, revelante, de carácter comercial: la conformación de un tribunal de resolución de conflictos comerciales en el ámbito de la Unasur que reemplace, al menos como primera instancia, al CIADI.
En Georgetown debutará, también, Dilma Rousseff como presidenta electa de Brasil. Ayer se confirmó que viajará junto con Lula, que se despedirá, en esa reunión, como mandatario brasileño.
Hasta ayer estaba confirmada la asistencia de los presidentes Cristina de Kirchner, Lula, Correa, Juan Manuel Santos (Colombia), Fernando Lugo (Paraguay), además del anfitrión, Jagdeo.
En tanto, Piñera (Chile), Alan García (Perú) y José Mujica (Uruguay) estarán representados por sus cancilleres. Respecto de Evo Morales (Bolivia), Hugo Chávez (Venezuela) y Dési Bouterse (Surinam) no está confirmado si asistirán o enviarán delegados.
Surinam fue, hace dos semanas, el último país en ratificar el Tratado de la Unasur, con lo cual el número de miembros que avalaron el acuerdo se eleva a ocho.
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