19 de febrero 2025 - 15:30

De romperla en Master Chef a tener su propio restaurante: qué hay de la vida de Nacho Feibelmann

De oficinista a chef consagrado, Nacho Feibelmann dejó la televisión atrás para conquistar la gastronomía con su restaurante Carmen en Palermo.

Nacho Feibelmann, lo que empezó como un hobby se convirtió en su forma de vida, demostrando que a veces, basta un solo paso de valentía para cambiar el destino para siempre.

Nacho Feibelmann, lo que empezó como un hobby se convirtió en su forma de vida, demostrando que a veces, basta un solo paso de valentía para cambiar el destino para siempre.

Son muchas las personas que buscan la fama en la televisión, y algunos tienen la suerte de descubrir en el proceso su verdadera vocación. Para Nacho Feibelmann, su paso por MasterChef no solo significó un momento de exposición mediática, sino el catalizador que lo llevó a cumplir un sueño que, hasta entonces, parecía inalcanzable.

Antes de deslumbrar al jurado con sus habilidades culinarias, Nacho llevaba una vida muy distinta. El ex participante del reality trabajaba en una oficina, con una rutina estable pero sin la chispa de entusiasmo que ahora lo caracteriza.

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Su participación en el programa de televisión más famoso del país marcó un punto de quiebre que lo llevó a cambiar radicalmente de rumbo y apostar por lo que realmente lo apasionaba.

Su participación en el programa de televisión más famoso del país marcó un punto de quiebre que lo llevó a cambiar radicalmente de rumbo y apostar por lo que realmente lo apasionaba.

El impacto de MasterChef en la vida de Nacho Feibelmann

Participar en MasterChef fue, según el propio Nacho, un antes y un después en su vida. Más allá de la visibilidad y el reconocimiento, la competencia culinaria lo ayudó a reafirmar que su verdadera vocación estaba en la gastronomía. "Fue un punto de inflexión en mi vida 100%, porque a partir de eso cambiaron un montón de cosas", aseguró en una entrevista.

Si bien la exposición del programa le permitió dar sus primeros pasos en la industria, Nacho dejó en claro que la fama televisiva no garantiza el éxito a largo plazo. "El boom del programa dura un tiempo y lo aproveché como todos, pero después tuve que salir como cualquier comerciante que se pone un negocio", confesó. Su determinación lo llevó a iniciar desde cero, estableciendo relaciones con proveedores y aprendiendo a manejar los desafíos del mundo gastronómico.

Para el emprendedor, la clave del éxito no estuvo solo en el talento para la cocina, sino en la decisión de tomar las riendas de su vida. Su experiencia en MasterChef le dio el impulso necesario para salir de la zona de confort y apostar por un proyecto propio, algo que se materializó en la apertura de su restaurante, Carmen.

De oficinista a dueño de Carmen, su restaurante

Antes de convertirse en emprendedor gastronómico, Nacho trabajaba en Warner en el área de media management. "Me encargaba de todo el contenido multimedia que salía, y llegué un día que estaba poniendo subtítulos y dije: 'No tengo ganas de hacer esto, quiero hacer otras cosas'", recordó. Esa certeza lo llevó a renunciar y comenzar su camino en la cocina.

El sueño de tener su propio restaurante no fue sencillo de concretar. "Fueron dos años muy distintos. Nosotros arrancamos obra en agosto de 2023, que era un país. Y después pasaron muchas situaciones en el medio", contó, haciendo referencia a los desafíos económicos y logísticos que enfrentó. Desde remodelaciones hasta la búsqueda de proveedores, cada etapa del proceso fue un aprendizaje constante.

Sin embargo, Nacho no romantiza el hecho de tener su propio negocio. "Es un momento súper complicado en general. A nivel consumo, a nivel negocios y demás, entonces está buenísimo, es hermoso, pero ahora estamos más en el proceso de que se mantenga el local, que se establezca, que permanezca en el tiempo y en algún momento miraremos para atrás y nos regocijaremos en eso", reflexionó sobre el desafío de mantener Carmen a flote.

Más allá de los obstáculos, el objetivo de Nacho con Carmen es claro: "Lo que más me gusta es que encuentren autenticidad en nuestros platos... Más allá de tener platos clásicos o no, que no seamos un lugar más. Mi meta es que Carmen sea ese lugar al que eligen volver cuando quieran comer pastas y estar en familia o con amigos, como los domingos con mi abuela".

Finalmente, lo que representa este restaurante para él va más allá de un simple emprendimiento. "Carmen en mi vida es el resultado de una búsqueda muy larga, de habitar desde el deseo y de todas las mañanas elegir lo que hacés para poder hacerlo mejor y para poder hacerlo desde el corazón", afirmó.

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