12 de agosto 2013 - 13:30

La muerte según Bill Viola en Parque de la Memoria

“Surrender”, una de las sobrecogedoras videoinstalaciones que conforman “Punto de partida: Bill Viola en Buenos Aires”, obras cuya teatralidad tiende a confundirse con la historia del Parque de la Memoria.
“Surrender”, una de las sobrecogedoras videoinstalaciones que conforman “Punto de partida: Bill Viola en Buenos Aires”, obras cuya teatralidad tiende a confundirse con la historia del Parque de la Memoria.
En el del Parque de la Memoria. Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, se exhibe "Punto de partida: Bill Viola en Buenos Aires", una dramática muestra integrada por siete videoinstalaciones de la superestrella estadounidense en la materia.

A los 62 años, Viola domina su oficio, es uno de los videoartistas más importantes del momento y la muerte es un tema clave en su obra. De este modo, el efecto sobrecogedor provocado por las imágenes de Viola, se potencia en medio del paisaje que las rodea. Las salas de proyección están rodeadas por un Parque destinado a albergar los monumentos que recuerdan a las víctimas de la dictadura. Uno de sus límites es el horizonte del Río de La Plata y, hasta el Río mismo, resguarda una figura en medio del agua.

El espectador enfrenta entonces la ficción de las imágenes de Viola mientras observa las consecuencias de un hecho real y escalofriante: las miles de personas desaparecidas. Cada estremecimiento de la imagen habla a las claras del pasaje entre la vida y la muerte. La teatralidad de la obra de Viola tiende a confundirse con la historia del Parque.

Para comenzar, la ya célebre obra "Surrender" ("Rendición"), muestra dos personajes que sumergen sus rostros en el agua y al emerger, demuestran con sus gestos un sufrimiento infinito. La reiteración de los movimientos de los brillantes cuerpos mojados, los flujos y reflujos de la imagen, marcan expresiones de dolor que se acentúan. Luego, la permanencia de los rostros bajo el agua induce a pensar en la muerte.

Se ha dicho que la obra de Viola se inspira en el manierismo de Pontormo. En efecto, si bien los personajes de "Surrender" son actuales, el dato es fácilmente comprobable: sus remeras tienen los vibrantes rojos y azules del cuadro "La presentación de Jacob ante el faraón" de Pontormo, esos mismos colores "intelectuales" del italiano. Entretanto, las figuras desnudas de "El mensajero" o "Aceptación", se pueden asociar a los cuerpos atormentados del "Laoconte" de El Greco. Las filiaciones con la pintura son ineludibles, cobraron forma en obras inspiradas específicamente en Durero (Los cuatro apóstoles) y en Caspar Friederich (El viajero contemplando un mar de nubes).

Por lo demás, a pesar de la distancia que establecen los soportes -el plano quieto de la tela y la pantalla luminosa en movimiento-, las afinidades estéticas del arte de Viola se encuentran en la pintura religiosa del pasado. Las escenas de la Virgen con Jesús muerto en sus brazos, tan desgarradoras como imponentes, tan capaces de conmover los corazones más duros, resuenan en sus imágenes más dolorosas. Y más atrás aún en el tiempo, un análisis sobre el poder de convicción de las imágenes religiosas, puede iluminar el presente. La batalla sangrienta e ideológica entablada por quienes prohibían representar lo divino se inició en Bizancio, prosiguió a través de los siglos y de culturas diversas hasta el momento del gran despliegue de fuerzas de los ganadores: cuando Miguel Ángel afirmó la fortaleza de la Iglesia con las deslumbrantes pinturas de la Capilla Sixtina. El hombre, grandioso aún en su dolor y en el trance del martirio o de la muerte, es el mensaje que dejan las obras de Viola.   

Marcello Dantas
, curador de la exhibición, destaca que Viola "reconsideró conceptos de composición y construyó situaciones de rara belleza escénica y de mucho coraje teatral. Pero también reconectó el plano mítico con el arte contemporáneo y dio un nuevo cuerpo a metáforas visuales fundamentales de la historia del arte y de la filosofía. Con su pensamiento iluminado por las ideas de poetas como San Juan de la Cruz, William Blake y los sufistas Rumi y Ibn Arabi, también se aproximó a la pintura y examinó bajo una nueva mirada a artistas renacentistas como Pontormo y Masolino".

En 1983, influenciado por el misticismo, Viola realizó una reconstrucción imaginaria de la celda donde, en el siglo XVI, San Juan de la Cruz fue encarcelado por la Inquisición.

Las videoinstalaciones que llegaron a Buenos Aires se remontan hasta el año 1991 y llegan hasta la actualidad. Todas parecen animadas por un mismo espíritu y aunque casi todas buscan el camino de lo trascendente, hay una obra donde se plantea una situación terrenal. "Observance" (Observación) muestra la reacción de un grupo de hombres y mujeres, jóvenes y viejos, que se acercan a mirar a un muerto que no aparece en la escena. La excelencia de las actuaciones y la diversidad expresiva, no alcanzan sin embargo a generar la magia que posee el resto de las piezas.
Al igual que el personaje de "The Passing" (El pasaje), un largometraje en blanco y negro de 1991, el espectador oscila entre la realidad y el ensueño del arte. El video gira en torno de la muerte de la de la madre de Viola, el nacimiento de su hijo y un largo sueño donde transcurre la acción. Con su especial clima onírico esta obra anticipa el uso del tiempo, la reiterada presencia del agua como elemento simbólico y la exploración del inconciente. Del difuso acontecer de la vida, el artista logra extraer con eficacia, como lo hacía Proust, las visiones que por alguna misteriosa razón quedan grabadas en la memoria. Allí está la imagen de una mujer sonriente en medio de un jardín, la cámara captura en un instante la visión más plena y rotunda de la felicidad familiar.

Videoconferencia

El jueves, a través de una videoconferencia, Bill Viola dialogará con el brasileño formado en EE.UU., Marcello Dantas, y con el teórico y curador argentino Jorge La Ferla. La cita es en el Espacio Fundación Telefónica (Arenales 1540). El propósito: hablar de las artes visuales, el video y las instalaciones a partir de un artista que contribuyó a forjar la historia del género. Al promediar los años 90, la aparición de las cámaras digitales le brindó al videoarte un renovado impulso que repercutió en los medios de comunicación. Se produjo entonces la asimilación del cine al video con cámaras cinemascope, técnicas y pantallas de cine.

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