La actriz estadounidense Lindsay Lohan, que compareció ante la justicia californiana tras una fiesta generosamente regada con alcohol durante su libertad condicional, evitó ir a la cárcel pero deberá abstenerse de organizar fiestas en el futuro, decidió la justicia.
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La jueza Stephanie Sautner consideró que Lohan, de 24 años, cuyas comparecencias judiciales son incontables, no violó los términos de su libertad condicional, decididos en abril tras robar en una joyería de Los Angeles.
"Usted no es culpable de violar la libertad condicional. Usted es culpable de no haber tenido ningún criterio juicioso", declaró la magistrada en referencia a la organización por Lindsay Lohan --actualmente en residencia vigilada-- de una barbacoa con abundante alcohol en la azotea de su casa.
"Se supone que la detención domiciliaria se asemeja a la prisión", recordó. "Le ordeno que no organice fiestas. Podrá recibir en su casa a un amigo por vez y a un miembro de su familia. Y suspenda las barbacoas en vuestra terraza para evitar que sus vecinos se pongan a escribir a sus controladores judiciales", ironizó.
Lindsay Lohan está actualmente en residencia vigilada y debe llevar un brazalete electrónico en el marco de una condena por el robo de un collar valorado en 2.500 dólares en enero en el barrio de Venice, al oeste de Los Angeles.
El robo ya constituía una violación de la libertad condicional por conducir alcoholizada y poseer cocaína en 2007.
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