1 de diciembre 2025 - 10:01

Aluvión de importaciones de juguetes tensiona a la industria en la previa de las fiestas

El ingreso récord de juguetes importados con China concentrando casi todo el volumen, se combina con consumo en baja, sobreoferta y contrabando. Esto pone en jaque a fábricas, comercios y empleo en todo el país.

La Cámara insiste en comprar productos nacionales. 

La Cámara insiste en comprar productos nacionales. 

Mariano Fuchila

La industria del juguete atraviesa uno de los momentos más delicados de las últimas décadas, atravesada por un combo explosivo de caída del consumo, sobreoferta, ingreso masivo de importaciones y fuerte contrabando. Así lo advirtió la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), que reclamó medidas urgentes de fiscalización, previsibilidad y control de calidad, ante lo que definió como un escenario crítico para toda la cadena.

Entre enero y octubre de este año, las importaciones de juguetes alcanzaron los u$s91,3 millones FOB y 17,5 millones de kilos, con un salto interanual del 59,5% en valores y del 94% en volumen, en un mercado donde, paradójicamente, el consumo sigue sin mostrar señales de recuperación. El dato más contundente es la concentración del origen de esos productos: China explica el 85,7% del valor importado y el 94,4% del volumen total.

“El año pasado había 199 importadores de juguetes; hoy son 530. Pasamos de 9 millones a 17,5 millones de kilos importados en un mercado que está en caída. Es una avalancha sin precedentes”, advirtió el presidente de la CAIJ, Matías Furió. Además, detalló que más del 50% del volumen ingresado corresponde a productos con un valor inferior a USD 3 FOB por kilo, lo que refuerza las sospechas de subvaluación y competencia desleal.

Si se suman juegos de mesa, artículos de aire libre y productos de fiesta, el volumen total importado asciende a 28,4 millones de kilos, lo que proyecta a 2025 como el año de mayor ingreso de productos del sector en los últimos 20 años, incluso por encima del pico registrado en 2018. La diferencia clave, subrayan desde el sector, es que esta vez el consumo está en retroceso.

Importaciones, sobreoferta y distorsión de precios

El impacto del ingreso extraordinario de productos importados se ve agravado por un factor adicional: el mercado aún arrastra excedentes de stock del año 2023, tanto de producción nacional como de importados que ingresaron a un dólar oficial muy bajo. Este fenómeno genera una sobreoferta persistente, caída de precios, distorsión en los plazos de pago y un freno al desarrollo de productos de mayor calidad.

“Aunque la industria local puede competir en diseño, seguridad y calidad, enfrenta una desventaja estructural frente a China, donde los costos laborales, energéticos y ambientales son mucho más bajos, además de existir incentivos a la exportación que distorsionan los precios internacionales”, explicó Furió. Esta asimetría, señaló, compromete directamente la sostenibilidad del entramado productivo nacional.

A este escenario se suma el contrabando, que según estimaciones del sector ya explica cerca del 30% del mercado. Se detectaron casos de comercios que abastecen sus locales mediante viajes periódicos a zonas fronterizas para ingresar mercadería sin control, un esquema que no solo profundiza la evasión fiscal, sino que representa un grave riesgo para la seguridad de los consumidores, al tratarse de productos sin certificaciones oficiales.

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El fuerte crecimiento de las importaciones en el rubro juguetes

El fuerte crecimiento de las importaciones en el rubro juguetes

Juguetes inseguros y alerta sanitaria

La CAIJ también advirtió sobre la presencia de juguetes inseguros ofrecidos en plataformas de e-commerce bajo la modalidad de “compra internacional”, incluidos artículos que cuentan con alertas de retiro (recall) en Estados Unidos. Incluso se detectaron productos que se exhiben como “certificados”, pero que no superan los ensayos en laboratorios acreditados del país.

Organismos de la región, como en Brasil, identificaron juguetes con metales pesados y sustancias prohibidas, lo que reforzó el reclamo del sector por controles más estrictos en frontera, trazabilidad efectiva y reglas claras para la venta online.

Fábricas al límite y comercios en retroceso

El impacto de las importaciones masivas se traslada de lleno a la producción local y al comercio. Hoy, 6 de cada 10 máquinas de la industria están paradas, según datos de la CAIJ. Las fábricas toman crédito no para ampliar capacidad, sino para pagar sueldos y aguinaldos, mientras las jugueterías enfrentan márgenes cada vez más negativos por el aumento de tarifas y la presión de los canales digitales.

En los últimos meses se registraron cierres de comercios históricos en distintos puntos del país, como Rossier en Escobar, Halago’s en Quilmes y Lilián en Trelew, una firma con casi 50 años de trayectoria cuyo testimonio resume el momento del sector: “Pasan tres días y no abrimos la caja”.

Un mercado en contracción estructural

A estas tensiones comerciales se suma un cambio de fondo en la estructura de la demanda. Según datos basados en el INDEC, la población de 0 a 14 años pasará de 10,4 millones en 2022 a apenas 6,8 millones en 2040, una caída demoledora para un sector cuya demanda depende directamente de la cantidad de niños. La baja de la natalidad, junto con el avance del consumo digital y el uso intensivo de pantallas, está redefiniendo los hábitos de juego.

En este contexto, desde la CAIJ insistieron en un llamado a las familias a priorizar el juguete argentino, por su seguridad, trazabilidad y por el impacto directo en el empleo de las PyMEs de todo el país. Pero también advirtieron que, sin controles efectivos sobre las importaciones y el contrabando, la continuidad de buena parte del entramado productivo está seriamente comprometida.

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