26 de septiembre 2025 - 12:26

Capital privado en alerta: las operaciones globales se enfrían por la guerra de aranceles

La volatilidad desatada por la “guerra de aranceles” de Donald Trump frenó al capital privado global: menos liquidez, rondas de inversión por debajo del promedio y salidas en pausa. En este escenario, América Latina enfrenta el desafío de reconfigurar cadenas de valor y sostener la rentabilidad en sectores clave.

El impacto se siente en múltiples frentes: desde la liquidez de los fondos hasta la planificación de inversiones, pasando por la incertidumbre en industrias clave para América Latina, como alimentos, energía y manufactura.

El impacto se siente en múltiples frentes: desde la liquidez de los fondos hasta la planificación de inversiones, pasando por la incertidumbre en industrias clave para América Latina, como alimentos, energía y manufactura.

Ambito

El mercado de capital privado atraviesa un momento de freno y cautela a nivel internacional. Según el Private Equity Midyear Report 2025 elaborado por Bain & Company, las operaciones y salidas de capital privado sufrieron una marcada desaceleración en el segundo trimestre del año. El motivo central: la creciente volatilidad en el comercio global derivada del nuevo esquema arancelario impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que redefine las reglas de intercambio con un piso del 10% para países con superávit frente a EEUU y penalizaciones adicionales sobre sectores estratégicos.

El impacto se siente en múltiples frentes: desde la liquidez de los fondos hasta la planificación de inversiones, pasando por la incertidumbre en industrias clave para América Latina, como alimentos, energía y manufactura.

La tormenta arancelaria y su efecto financiero

El endurecimiento del comercio global, especialmente entre Estados Unidos y China, configuró lo que Bain denomina una “guerra de aranceles”. Este conflicto no solo limita las exportaciones, sino que también repercute directamente en la confianza de los inversionistas.

En el caso del capital privado, la consecuencia inmediata es la falta de liquidez. Las rondas de recaudación de fondos se mantienen por debajo de los promedios históricos, mientras que los Limited Partners (LPs) enfrentan mayores dificultades para obtener rendimientos y equilibrar sus carteras. Esta situación genera una presión adicional sobre los General Partners (GPs), que encuentran más difícil cumplir los objetivos de rentabilidad y pasar de comisiones de gestión a comisiones de carry, afectando incluso su capacidad de retener talento.

“Si bien el mercado secundario ofrece una oportunidad para los inversionistas con menos restricciones de liquidez, aún no ha alcanzado un grado de madurez para resolver las necesidades más amplias del sector. Hoy representa menos del 5% de los activos de capital privado gestionados a nivel mundial”, explicó Gustavo Fusoni, socio de Bain & Company en Argentina.

El recurso al mercado secundario

Para enfrentar la escasez de efectivo, los LPs están recurriendo con mayor frecuencia al mercado secundario, vendiendo participaciones con el objetivo de equilibrar carteras y obtener liquidez. Esta dinámica responde tanto a factores macroeconómicos como a necesidades puntuales de flujo de fondos.

Sin embargo, la herramienta tiene límites: la oferta de liquidez en el mercado secundario es insuficiente frente a la magnitud de las necesidades actuales. Esto obliga a los inversores a replantear estrategias y, en muchos casos, a priorizar proyectos de creación de valor a nivel interno, con foco en control de costos y aceleración de ventas en las compañías ya adquiridas.

Oportunidades en tiempos de incertidumbre

Pese al panorama adverso, la volatilidad también abre ventanas de oportunidad. El caso reciente de 3G Capital, que adquirió la firma de calzado Skechers por más de u$s 9.000 millones tras una fuerte caída de sus acciones, es ilustrativo. Las turbulencias del mercado reducen valuaciones y permiten a los fondos más líquidos adquirir activos estratégicos a precios convenientes.

En ese sentido, Bain subraya que las empresas de capital privado que logren adaptarse podrán no solo sostener su rentabilidad, sino también posicionarse mejor en futuras salidas, una vez que se estabilicen las reglas del comercio global.

América Latina frente al reordenamiento

La región no queda exenta del sacudón. Sectores exportadores como alimentos procesados, energía y manufactura industrial están particularmente expuestos a las medidas arancelarias estadounidenses. Para los fondos con operaciones en Latinoamérica, el reto pasa por reconfigurar cadenas de valor, diversificar mercados de destino y reforzar las estrategias de resiliencia financiera.

Más allá de los efectos inmediatos, lo que está en juego es un reordenamiento estructural del comercio mundial y la geopolítica. Las hipótesis de negocio con las que muchas compañías planificaban su año han quedado desactualizadas en apenas unos meses.

Adaptarse como estrategia

En conclusión, aunque el capital privado global cuenta todavía con liquidez y compradores estratégicos dispuestos a actuar, la dinámica de operaciones es más cautelosa. La consigna parece clara: adaptarse a la incertidumbre antes que esperar su final.

Si la tensión arancelaria se disipa, el flujo de operaciones podría reactivarse rápidamente. Mientras tanto, quienes apuesten por invertir en este contexto tendrán la ventaja de capitalizar valuaciones deprimidas y de posicionarse de manera anticipada frente al próximo ciclo de recuperación.

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