5 de junio 2025 - 10:15

Sin sorpresas: el Banco Central Europeo baja las tasas en 25 puntos básicos y reduce previsiones de inflación

Con una postura prudente y dependiente de los datos, el organismo que lidera Christine Lagarde evita comprometerse con una hoja de ruta clara, dejando que la evolución del entorno económico y comercial determine su curso de acción.

La política monetaria del BCE se mantendrá dependiente de los datos ante los riesgos globales.

La política monetaria del BCE se mantendrá dependiente de los datos ante los riesgos globales.

AFP

No hubo sorpresas. Banco Central Europeo (BCE) cumplió con las expectativas y volvió a reducir los tres tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos, marcando así el octavo recorte de este ciclo y el séptimo consecutivo desde septiembre de 2024.

En detalle, el Consejo de Gobierno decidió fijar los tipos de interés de la facilidad de depósito (DFR), las operaciones principales de financiación (MRO) y la facilidad marginal de crédito (MLF) en el 2,00%, 2,15% y 2,40%, respectivamente, con vigencia a partir del 11 de junio de 2025.

Asimismo, el BCE actualizó sus previsiones económicas, recortando en tres décimas su estimación de inflación para 2025 y 2026, tras confirmarse que el índice se ha moderado hasta acercarse al objetivo del 2% a medio plazo. En concreto, prevé que la inflación se sitúe en el 2% en 2025 y en el 1,6% en 2026.

Lo que analiza el mercado europeo

Desde DWS, Ulrike Kastens advierte que el margen para continuar recortando se está reduciendo, y estima que tras la reunión de junio podría haber solo un recorte adicional en julio, llevando la tasa al 1,75%. Una proyección similar sostiene Cristina Gavín, de Ibercaja Gestión, aunque con un matiz: espera que después de junio haya una pausa en julio y una nueva rebaja en septiembre, aunque sin un compromiso firme por parte del BCE, que probablemente mantendrá su enfoque gradual y dependiente de los datos.

lagarde bce europeo

El BCE también enfrenta un escenario de incertidumbre política creciente. Las posibles medidas arancelarias impulsadas por un eventual regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU. podrían afectar significativamente a la economía europea. Esta falta de claridad refuerza la estrategia del BCE de no anticipar decisiones y actuar reunión a reunión.

Economistas de AXA Investment Managers coinciden en que el entorno político y económico exige cautela. La dependencia de los datos será clave para definir los próximos pasos de la política monetaria. En esa línea, desde Pimco señalan que la rebaja de junio probablemente marque el inicio de la fase final del ciclo de recortes. Según Konstantin Veit, gestor de fondos de la firma, el BCE mantendrá un enfoque reactivo más que proactivo, evaluando si será necesario adoptar una política claramente expansiva para evitar que la inflación se sitúe por debajo del objetivo de mediano plazo.

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