En el último tiempo se ha hablado mucho sobre el cambio en la composición de las reservas internacionales de divisas de los bancos centrales del mundo, sobre todo, en detrimento del dólar a partir de la pandemia. Sin embargo, los últimos datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) parecen mostrar que el dólar se mantiene a flote.
El dólar resiste: su participación en las reservas mundiales se mantuvo firme en el segundo trimestre
El peso relativo del dólar en las reservas de los bancos centrales se mantuvo estable al ajustarse a las fluctuaciones cambiarias. Según explica el FMI, los efectos del tipo de cambio impulsaron casi toda la disminución de la participación de la moneda estadounidense en las reservas de divisas.
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El dólar se mantiene a flote en la composición de las reservas internacionales de los bancos centrales del mundo,
Vale señalar que el FMI releva la composición monetaria de las reservas internacionales de divisas depositadas en los bancos centrales en diferentes monedas, como el dólar, el euro, el yen japonés, el renminbi chino, la libra esterlina y otras. Los datos se basan en informes voluntarios y confidenciales de 149 economías que decanta en el llamado COFER, “Currency Composition of Official Foreign Exchange Reserves”.
Pero a la hora de sacar conclusiones se suele pasar por alto un detalle crucial, que es que las participaciones se declaran en dólares estadounidenses. Esto significa que, si un país mantiene reservas en euros o yenes, el valor de dichas reservas se convierte primero a dólares antes de añadirse a los totales globales, explican los economistas del organismo G. Kwende, E. Sobrino, y C. Sánchez-Muñoz. Por lo tanto, cuando los tipos de cambio fluctúan, incluso si ningún banco central compra ni vende nada, las participaciones declaradas varían. Esto es relevante porque en lo que va del 2025 hubo modificaciones notables en los tipos de cambio. Cabe mencionar que lo mismo puede ocurrir con las fluctuaciones en las tasas de interés, pero el impacto en las participaciones monetarias, según los funcionarios del Fondo, fue relativamente pequeño en el segundo trimestre.
¿Qué pasó con los tipos de cambio este año?
De acuerdo al índice DXY, una referencia del desempeño del dólar frente al euro y las monedas de Japón, el Reino Unido, Canadá, Suecia y Suiza, cayó más del 10% en la primera mitad del año, su mayor caída desde 1973. Por un lado, el dólar se depreció un 7,9% frente al euro en el segundo trimestre y un 10,6% en el primer semestre. Mientras que contra el franco suizo cayó un 9,6% en el segundo trimestre y más de un 11% en los primeros seis meses, su peor desempeño en un primer semestre frente al franco en más de una década.
“Esto significa que incluso si los bancos centrales no hicieran cambios en sus carteras, el valor de sus tenencias en monedas distintas del dólar (cuando se expresan en dólares) aumentaría, lo que resultaría en una disminución correspondiente en la proporción de tenencias en dólares”, advierten Kwende, Sobrino y Sánchez-Muñoz.
A primera vista, los datos brutos del COFER sugieren una caída de la participación del dólar en las reservas asignadas al 56,32% al final del segundo trimestre, frente al 57,79% al cierre del primer trimestre, lo que representa una disminución de 1,47 puntos porcentuales. Sin embargo, al mantener los tipos de cambio constantes, su participación habría disminuido solo ligeramente, al 57,67%, explican. En tal sentido, los datos del FMI muestran que las fluctuaciones cambiarias explican el 92% de la reducción de la participación del dólar durante el segundo trimestre; y se observan efectos cambiarios similares en otras monedas, incluido el euro, la segunda moneda de reserva mundial.
Dólar, euro y libra esterlina
Por otro lado, la proporción de reclamaciones en euros parece haber aumentado hasta el 21,13% en el segundo trimestre, desde el 20% de los tres meses anteriores, lo que supone un aumento de 1,13 puntos porcentuales. Sin embargo, explican los economistas del Fondo, los efectos de valoración fueron responsables de 1,17 puntos porcentuales de esta disminución, más que la propia fluctuación. “Si los tipos de cambio se hubieran mantenido estables, la proporción del euro habría caído 0,04 puntos porcentuales, hasta el 19,96% en el segundo trimestre. En este caso, el efecto de valoración oculta la dirección del cambio subyacente de la divisa. De igual manera, en el caso de la libra esterlina, el efecto de valoración oculta la dirección del cambio: la proporción parece haber subido cuando, manteniendo los tipos de cambio constantes, en realidad habría bajado”, sostienen.
¿Por qué le da el Fondo tanta importancia a este tema? Ocurre que, en un panorama global dinámico, calcular correctamente los datos de reservas es más crucial que nunca. Porque las cifras del COFER ajustadas al tipo de cambio ofrecen una visión más matizada de cómo los bancos centrales gestionan sus carteras y qué implica esto para el sistema financiero global. Por ello, los datos de reservas más recientes, una vez ajustados a las fluctuaciones del tipo de cambio, sugieren que la proporción de dólares en las reservas de los bancos centrales no ha disminuido tanto como indican inicialmente las cifras sin ajustar.
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