Pasaron 36 años y el recuerdo del fallido Plan Primavera del gobierno de Raúl Alfonsín sigue más vigente que nunca en la memoria de los veteranos sobrevivientes del mercado local, más aun de cara a un 2025 electoral. Más de tres décadas y de nuevo el quid de la cuestión es devaluar o no devaluar. En los encuentros formales, virtuales y furtivos entre hombres y mujeres del mercado no solo resuena el debate de salir o no del cepo, devaluar o no, efecto blanqueo, sino que también el particular manejo de la política por parte del Gobierno y el desconcierto sobre el temprano, o no, proceso de remonetización.
El mercado teme un "déjà vu" de la primavera alfonsinista: devaluar o no devaluar, esa es la cuestión
Más de tres décadas pasaron del Plan Primavera del gobierno de Raúl Alfonsín y de nuevo el quid de la cuestión es devaluar o no devaluar. El blanqueo, la salida o no del cepo, el particular manejo de la política por parte del Gobierno y el desconcierto sobre el proceso de remonetización son también temas claves de las mesas.
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Desde el exterior, amén de los informes con buen “view” sobre los activos argentinos, los análisis de los economistas de las principales consultoras y bancos de inversión globales son tajantes respecto de la salida del cepo este año. Detrás de todas las inquietudes que manifiestan operadores internacionales sigue estando presente la pregunta de dónde saldrán los dólares para afrontar los vencimientos. Al fin de cuentas, tanto los locales como sus pares extranjeros “quieren ver para creer”, ya no los seducen los cantos de sirena de REPOs comprometidos ni celestiales ayudas financieras de jeques o “hedge funds”.
Es cierto, como comentaron en un “conference call” que hay una operación pactada en Nueva York de unos 2.000 a 3.000 millones de dólares, pero con eso no alcanza. Mientras a nivel global este viernes se conoció el último dato laboral en EEUU, con gran expectativa en Wall Street, y los resultados heterogéneos del mercado de trabajo (en agosto se crearon 142.000 puestos de trabajo tras los 89.000 de julio -revisada a la baja desde 114.000- pero por debajo de la estimación del consenso de 160.000; y la tasa de desempleo cayó al 4,2%, desde el 4,3%) explican el comportamiento de los inversores. Para los expertos, los datos no aclaran mucho el panorama con vistas a lo que haga la Fed este mes, aunque creen que no despejan el horizonte para un recorte de 50 puntos. Veamos qué más se dice entre los mesadineristas.
Recuerden a Alfonso
Sin duda el blanqueo concentra la atención de los encuentros más allá de la coyuntura. Pero esto no implica que se espere que vaya a venir un boom sino más bien refleja el interés por las atractivas condiciones ofrecidas. Nadie se juega, todos optan por hablar de 20.000 a 40.000 millones de dólares, como mucho, que se blanquearían. Sí se espera, en términos de recaudación, buena adhesión al adelanto de Bienes Personales y por moratoria. Claro que, dadas las actuales condiciones, todo suma, más aun cuando el Ministro, esclavo de su incontinencia verbal, tuvo que bajar el Impuesto PAIS.
Pero no hay encuentro en el que no se manifieste escepticismo sobre las bondades del blanqueo luego de la experiencia Macri, en referencia a quién garantiza que el día de mañana no cambien las condiciones. Por eso se apuesta mucho al dinero negro acumulado en los últimos años de la mano de la economía encepada que tendría correlato en inversiones inmobiliarias y algo financieras. Nada más.
En uno de esos encuentros resurgió el recuerdo, quizás por la época del año, del Plan Primavera que el gobierno radical de Alfonsín lanzó en 1988 de la mano del ministro Juan Sorrouille luego que el Plan Austral empezara a agrietarse con el fin de reactivar y evitar devaluar. Hoy también en debate el tema devaluatorio, pone valor esta experiencia porque el Primavera se lanzó anticipando las elecciones de 1989.
Ámbito Financiero del 1° de agosto de 1988, días antes del anuncio del Plan Primavera.
Pero en ese verano no hubo más remedio y devaluaron, acelerando la inflación, y dando paso a la primera híper, el resto es historia. Lo curioso es que las advertencias del economista Ricardo Arriazu, días atrás, del peligro de devaluar despertaron furibundas críticas, sobre todo, en el arco de colegas, digamos, del “mismo palo”.
Un influyente economista y fiel testigo de la historia reciente señaló, a un grupo de clientes, que el Presidente no debería cometer los mismos errores de Macri en cuanto a escuchar solo a los que lo rodean. No solo porque lo llevan a decir muchas burradas. sino también a sentenciarse con falsas promesas o pronósticos, como, por ejemplo, la tasa de inflación. Al respecto, en otro encuentro, más reservado, entre un reducido número de economistas, politólogos y empresarios, se criticaba con honestidad que Milei priorizaba la baja de la inflación. Sin embargo, uno de los participantes, asiduo comensal de Olivos, desmintió sin tapujos que “Javier” estuviera obsesionado con la inflación por más que públicamente lo dijera. De modo, que, de ser cierto, derrumba un mito entre analistas y colegas, que el Gobierno solo mira la inflación.
¿Interés por las Lecaps cortas?
En la antesala de la licitación del Tesoro del próximo miércoles, un grupo de operadores intercambiaron opiniones, en medio de una cata de whisky privada, luego que el Banco Central (BCRA) bajara nuevamente la tasa de interés de los pases Activos al 45% nominal anual desde 48%, mientras el stock de Pases activos es casi nulo, pero el saldo de las LEFI en poder de los bancos bajó a mínimos luego de haber caído más de $4 billones entre fines de julio y comienzos de setiembre.
En tal sentido, uno de los operadores señaló que el stock de pases activos al día 4 era de poco más de $530 millones, según sus estimaciones así seguirá, mientras los bancos continúen con saldos relevantes de LEFI en los balances. Otro colega aportó el dato que si bien las entidades siguen achicando sus tenencias de LEFI que están en mínimos desde que nacieron, en casi $6,85 billones, todavía falta para que los bancos se vean urgidos de liquidez y vayan a la ventanilla de Pases.
Para un consultor, el hecho de bajar el costo de los Pases podría ser un aliciente para que los bancos acepten alargar la duration de sus tenencias de Lecap, teniendo en cuenta la reciente dinámica del stock de LEFI, y recordó que este mes Economía debe buscar el roll-over de más de $14 billones. Rápido de reflejos un operador puso en la mesa, tras correr los vasos de whisky, el cronograma: el 11 vence la “S13S4” por casi $7 billones y el 26 vencen otros $7 billones, mayormente de la “S30S4”.
Por lo pronto, en otro reducto financiero se aguarda la primera licitación del mes con bastante cautela, a la espera de que el Tesoro sea más generoso con los rendimientos a ofrecer. Mientras tanto, llamó la atención que volvieron las tasas negativas a la curva CER donde el instrumento más corto de la curva (T4X4), que vence en octubre 2024 finalizó en CER -0,6%, mientras que el BONCER con vencimiento en diciembre (T5X4) se ubicó en CER + 1,7%. La lectura que hacen es que las señales de inercia inflacionaria y los ajustes de precios relativos le ganan parcialmente la pulseada a la baja del impuesto PAIS en el corto plazo.
Por eso algunos ven más atractiva a la parte media de la curva. Uno de los más mirados es el “TX26” considerando la postergación del fin del cepo. En esa reunión, el responsable de la Tesorería de una multinacional recomendó el “view” de una de las principales ALyC que considera que, a los niveles esperados de inflación para los próximos meses, no parece recomendable tomar posiciones largas en Lecaps siendo el plazo más largo que encuentran atractivo el de febrero 2025 (“S28F5”), ya que aún con la inflación bajando en el margen, el nivel de la brecha es suficientemente alto para que tener plazos muy largos compense el riesgo. Incluso con tasas forward por encima de 4% efectivo mensual a partir de enero, el riesgo es que el rolleo de tasas cortas siga siendo a tasas cada vez más altas contra tasas cortas con resistencia a la baja. Lo que sí le parece interesante con las Lecap largas es la posibilidad de tener instrumentos dollar-linked sintéticos con tasas muy competitivas contra la deuda CER corta. En la medida que haya una corrección cambiaria, independientemente del valor de la misma, dado el lag que hay en la inflación, a las tasas actuales es mejor un sintético "dollar-linked" que un Boncer.
Hay cepo para rato
En las mesas todos se preguntan de quién es la idea de cerrar la brecha desde arriba, que precisamente muchos fans no ha ganado en el mercado. Si el caramelo era la salida del cepo, nadie esperaba que la oferta fuera que el CCL converja al oficial, amén de la baja del Impuesto PAIS. El jefe de la mesa de un banco privado hacía énfasis en esta idea, que implicaba llevar el tipo de cambio real a mínimos históricos ya que si el "crawling" sigue al 2% mensual y la inflación entre 3% y 4% el tipo de cambio real de fin de año sería el menor desde noviembre 2015 y diciembre 2001.
Por eso, todas las miradas giran en torno del sector externo. Claro que se sigue hablando de las “canillas” monetarias, incluso se advierte que algún cuerito perdía y el Presidente debería saberlo, pero el tema reservas domina el horizonte. Y si alguien figura a la hora de las piñas, es el dólar "Blend". Además, se habla, no solo en el mercado, de lo apoteótica que será la temporada de Punta del Este, y Miami este año con las perspectivas cambiarias que se ciernen e incluso con el Impuesto PAIS.
Uno de los economistas más legendarios de la City les dijo a sus clientes que había cepo para rato, ya que los pesos encepados garantizaban cierto roll-over de la deuda en pesos y generaban cierta oferta monetaria. Tras bambalinas se refieren a la política económica como un “Massismo austríaco”. También se habló en zoom reservados sobre la aún inexistente negociación con el FMI, no había nada, y solo la llegada del nuevo vice, el chileno Daza, era tener un sapo del mismo pozo que los del Fondo, nada más. En un call con Wall Street y Londres, inversores locales fueron testigos de la visión de los research londinenses que consideran que el plan de Milei de levantar los controles de capital no tendrá éxito, porque creen que el superávit de cuenta corriente y la política de crawl del 2% son insuficientes para generar reservas y eliminar los controles cambiarios. Para ellos, el Gobierno tiene dos opciones: devaluar o asegurar un nuevo programa del Fondo, que no lo ven antes del 2025 porque consideran que el FMI esperará a que les paguen a los bonistas y haya medidas más concretas de un régimen cambiario estable antes de aumentar su exposición a Argentina.
Las elecciones en EEUU también fueron parte del menú, por obvias razones, más allá del alineamiento de Milei con Trump, y se comentó que a nueve semanas de las elecciones la carrera presidencial y el camino de cada candidato hacia la victoria, sobre la base del promedio de cinco encuestas nacionales, Kamala Harris lidera con un 47,8% contra un 44,6% de Donald Trump. Por un lado, Harris tiene una ventaja sólida con una ventaja del 3,2% y menos votos de indecisos y de protesta de lo habitual en esta etapa, mientras que si Trump logra avances tardíos entre los votantes indecisos, como lo hizo en 2020, probablemente gane el Colegio Electoral. En el camino a la victoria, Harris no puede ganar sin Pensilvania, pero Trump podría perder Pensilvania y aun así asegurar una victoria por un estrecho margen al ganar Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Wisconsin. Uno de los estrategas globales recordó que la elección se dirime en la puja de los “swing-states”, como les llaman a Pennsylvania, Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, North Carolina, y Wisconsin, en referencia a los estados pendulares o que de las encuestas no surge un claro ganador, es donde se concentra la disputa. Estos estados son el 10% del colegio electoral, pero son los que definen porque en el resto, es decir en 43 de los 50 ya se sabe quién va a ganar, en Nueva York los demócratas, en California los demócratas, en Texas los republicanos, en Florida los republicanos, y así con el resto.
Y cerraron con la reversión de las curvas de las tasas del Tesoro de EEUU tras más de dos años volvió la pendiente positiva. La inversión de la curva duró 26 meses, siendo el periodo más largo desde los años 80, e históricamente, las últimas seis recesiones vinieron precedidas de una inversión de la curva, aunque en dos ocasiones esto no ocurrió (1988 y 1998) ofreciendo falsas señales. Por ello, la inversión de la curva es una condición necesaria, pero no suficiente para la llegada de una recesión en EEUU. Por lo pronto, señalaron que el mercado espera fuertes bajas de tasas en los próximos seis meses, algo que parece exagerado con los datos macroeconómicos actuales.
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