4 de junio 2024 - 12:13

El swap, un banco que se va y el que las hace las paga

La necesidad de enfervorecer un electorado, y los errores diplomáticos a los que lleva, tienen su costo. "Run run" en el mercado. El vínculo comercial con China.

El mercado comenzó a dudar del plan económico de Javier Milei.

El mercado comenzó a dudar del plan económico de Javier Milei.

Ayer a la noche, en su programa semanal en cable, un exámbito -de pocos pelos él- deslizó hacia la mitad de su habitual perorata “un banco comercial que está yéndose de la Argentina” .

Si bien no hay precisiones, el “run run” del mercado es que esta vez se trataría de un banco oriental, cuya “patente”, a diferencia de los otros casos quedaría en manos de un grupo privado que aspira ingresar en la actividad.

Esta entidad ingresó al país en 2011 tomando participación en otra originaria del otro lado del atlántico, a la que controlarla y cambia su nombre en 2013, adquiriendo el 100% del paquete en 2019.

Mas allá del interés particular por la Argentina, en 2007 el banco había adquirido un 20% de la sociedad madre en u$s5.500 millones, en lo que fue una de las mayores inversiones directas extranjeras del continente negro.

Con base o sin base, los rumores se asientan en una cuestión fáctica: la institución de la cual hablamos -y que ha tenido un gran éxito en la Argentina- es la encargada de realizar en el país las operaciones de "clearing" en una de las cinco monedas más utilizada en el comercio mundial.

La raíz de los problemas con China

Basta de rumores y esperemos estar equivocados (entiendo que más allá de la verosimilitud, el lector tiene el derecho a “saber” lo que se comenta en el mercado, haciendo todas las salvedades del caso).

Seis meses atrás, China era el segundo socio comercial del país (tercero en el total anual, recibiendo exportaciones por u$s5.200 millones). Un punto no menor es que a septiembre del año pasado, la Inversión Directa de China en nuestro país llegaba a u$s3.580 millones… pero vino diciembre y las cosas empezaron a cambiar.

Según los últimos datos del INDEC en abril China había caído al cuarto puesto, detrás de Brasil, la Unión Europea y los Estados Unidos. De importar productos por U$D 1012 millones y exportar por u$s454 millones durante enero, en Marzo (ultima data) fueron u$s713 y u$s310 millones.

Todos -al menos los que tenemos algún sentido del humor- nos sonreímos por una causa u otra el mes pasado con los dichos de la Canciller, Diana Mondino, respecto a la igualdad entre los habitantes de la República Popular, y los que la conocemos y estimamos entendimos que fue parte de su “humor cordobés”. Lamentablemente en Bejín no la conocen tanto y sus palabras causaron algún resquemor.

Pero no fue esto la raíz del problema.

En septiembre pasado, el entonces candidato presidencial Javier Milei concedió una entrevista al periodista Carlson Tucker que fue vista por más de 410 millones de personas en la red X en donde afirmaba: “No solo no voy a hacer negocios con China. No voy a hacer negocios con ningún comunista. Yo soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los comunistas no entran ahí… los chinos no entran ahí

A poco de asumir Milei retiró al país del grupo de los BRICS, donde China es el principal socio y hacia fines de marzo, Mondino realizo una serie de declaraciones en Tokio que fueron interpretadas como que el gobierno no impulsaría a las empresas argentinas a comerciar con China ya que “No hay mucho para que ganemos trabajando junto a algunos países que no son democracias liberales”.

El swap, un problema no calculado

En marzo las autoridades nacionales tomaron cuenta que, o lo renegociaban, o deberían pagar el equivalente a unos u$s2.900 millones en junio y en julio otros u$s1900 millones al Banco Central de China (BCC) . No insólitamente, con estos antecedentes, a los que podemos sumar el freno a las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en la provincia de Santa Cruz derivaron que, no insólitamente, a principios de abril llegaron las primeras señales que en Beijing no estaban dispuestos a renovar el swap que había abierto en 2009 con la Argentina y la canciller comenzó a preparar su viaje hacia las antípodas buscando descongelar la situación.

Si bien el viaje terminó siendo favorable para promocionar las empresas privadas del país -dejando atrás lo dicho en Tokio- en el BCC seguían exigiendo el dinero. Así el 26 de abril se sumaron a la comitiva el Presidente del BCRA Santiago Bausili y el secretario de Finanzas Pablo Quirno para ver si podían convencer a los chinos que les extendieran el crédito

Las heridas, lamentablemente, eran demasiado grandes y a principios de mayo la Canciller anuncio que el swap debería pagarse en efectivo.

Con apenas horas para tener que pagar un dinero que el mercado e incluso el FMI sostenía en sus sería renegociado, en el gobierno están luchando contrarreloj para ver si consiguen un "waiver" o logran algún otro mecanismo que demore y no golpee las reservas del país, sin tener que ceder con el tema de las represas o darle a los empresarios chinos una puerta al sistema ferroviario nacional. Desde que asumió, el gobierno compro dólares por u$s17.200 millones, que descontados los egresos le dejaron un neto en torno a los u$s7.400 millones, que se reduciría a u$s2.500 si se les paga a los Chinos.

Mientras tanto el mercado no confía, hoy al escribir estas líneas el dólar blue salta más de 2,4% el Merval retrocede 2,7%, el riesgo país se empina y los rumores que cierto banco estaría por retirarse del país arrecian.

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