A 10 años de la muerte de Gustavo Cerati: cómo fue su último show

Un repaso cronológico por los últimos días de consciencia de Gustavo Cerati, uno de los máximos referentes del rock nacional.

Así fueron el show y los últimos días del músico argentino con conciencia.

Un día como hoy pero de 2014 salía a la luz una noticia que conmocionó a todo el pueblo argentino. Tras cuatro años en estado vegetativo producto de un ACV (accidente cerebrovascular), Gustavo Cerati fallecía a los cortos 55 años por un paro cardiorrespiratorio.

No hace falta mucha introducción para este personaje. Cerati formó la exitosas banda Soda Stereo junto a Charly Alberti y Zeta Bosio, con quienes logró alcanzar la fama mundial y un respeto incondicional de parte de fanáticos y músicos colegas. A principios de la década de 1990 comenzó a idear un proyecto solista que inició su ruta con "Colores Santos" en 1992 y "Amor Amarillo" en 1994.

Gustavo Cerati

Luego, con la separación del grupo en 1997, se avocó a nuevos conceptos, como lo fue el revolucionario "Bocanada" de 1999, un álbum que combinaba un sonido electrónico experimental con la clásica cuota rockera del artista.

Cerati poseía un talento inigualable, desde las complejas melodías y solos de guitarra hasta sus letras repletas de metáforas y juegos irónicos de palabras. Su legado, así como su música, serán recordados a lo largo de muchas generaciones.

Así fue el último show de Gustavo Cerati

Un 15 de septiembre de 2010, Gustavo Cerati se presentaba en el Estadio de Fútbol de la Universidad Simón Bolívar en Caracas para dar cierre a su gira por el último disco publicado en 2009, llamado Fuerza Natural. Ese fue el concierto más convocante del artista en Venezuela.

Pero primero nos situamos en el día anterior, cuando el ex líder de Soda Stereo aterrizaba a la capital venezolana. En medio del cansancio por la rutina de girar, creció el rumor de que Cerati había tenido una noche de pura fiesta previo al show del día siguiente. Sin embargo, esto fue desmentido rápidamente por el medio venezolano El Estímulo.

De todas formas, se podía ver al músico con un aspecto de cansancio y trasnochado. "Tenía pendiente concluir el “meet and greet”: encuentro organizado por Evenpro en el que Cerati junto a los ganadores de un concurso de Twitter se tomaría fotos y repartiría autógrafos. Luego efectuaría la correspondiente prueba de sonido”, explica la investigación del medio.

Se veía a un Cerati en buen estado, tanto físico como anímico. Desplegó su carisma ante los afortunados fanáticos que consiguieron la chance de conocerlo y hasta aceptó un poema de una emocionada seguidora que se quebró en llanto por tenerlo tan cerca.

Pero en la prueba de sonido, la periodista Herminia Fernández, citada por la web de El Estímulo, rescataría un inocente comentario del músico argentino que luego cobraría mayor sentido: expresó que no se sentía muy bien y que estaba resfriado.

El show estuvo cargado de emoción y buena energía. Gustavo jugaba con el público y sacó a relucir sus habilidades con su guitarra. Bebía, fumaba y se divertía. Hasta le decía a la gente que agarrase el pasto de la cancha y se lo fumaran. El setlist consistió en 24 canciones -no se podía esperar menos- con hits inolvidables de Soda como "Trátame Suavemente" y pasajes solistas que recorrían sus últimos proyectos, con el principal foco en Fuerza Natural.

El concierto llegó a su fin. Concluye con "Lago en el cielo", un precioso tema del disco de 2006, "Ahí Vamos", y uno de los preferidos de Gustavo. La última canción que cantó en un escenario. "Vamos despacio para encontrarnos, el tiempo es arena en mis manos", reza una parte de la canción. El plan posterior incluía una cena y una fiesta, para celebrar el final del tour. Aunque, por razones que ya conocemos, no se llevarían adelante.

El lento adiós de Gustavo Cerati

El punto de inflexión en esta historia se puede entender a través del crudo testimonio del guitarrista Richard Coleman, presente en el show: “Habíamos tenido un show excelente. Después, nos fuimos a camerinos, nos cambiamos, cenamos y recibimos visitas. Todo en el transcurso de una hora y media. Como era el último show de esa etapa de la gira, nos sacamos una foto con el equipo. Gustavo estaba con cara de cansado. Después, él volvió al camerino y se quedó solo. Al rato, tuvo una isquemia. Perdió el control sobre la mano y el brazo, y fue socorrido por alguien del equipo. En los pasillos, encontré un movimiento muy raro. Adrián Taverna me miró con una cara de que algo malo había pasado. Llegaron los paramédicos y le controlaron la presión. La camilla se lo llevó consciente y crucé miradas con él. Tomó un tiempo disolver por completo la atmósfera de celebración que aún imperaba”.

Inmediatamente se lo trasladó a en ambulancia al Centro Médico Docente la Trinidad. Todo bajo un halo de silencio medido para no atraer a la prensa. Y como si fuese premonitorio, un apagón ocurría en la zona donde se encontraban. El domingo 16, Cerati se despertó, confundido. No podía hablar y el costado derecho de su cuerpo estaba entumecido. “Se tocaba el brazo, lo agarraba y lo levantaba sin conseguir que se moviera. Un rato después se puso a golpear la baranda de la cama con la mano izquierda con un ritmo fastidiado, lleno de impotencia", describe Juan Morris, periodista y escritor argentino, autor del libro Cerati, la biografía.

El lunes, los médicos confirmaron que había sufrido un ACV. Su cerebro se había inflamado a un nivel que hacía una presión contra el cráneo y que había que operarlo de urgencia. Su familia llegó al otro día desde Buenos Aires. Cerati se durmió en un sueño profundo del cual no volvería a despertar.

Fueron cuatro años y tres meses de total incertidumbre. Su madre, Lilian Clark, expresaba ante los medios: "Va a salir adelante, hay que tener fe. No solo en la ciencia, sino también fe en Dios, recen mucho, que no bajen los brazos". El 4 de septiembre de 2010, Gustavo Cerati dijo adiós. Por eso, a diez años de su fallecimiento, recordarlo es un hermoso lugar.