El 19 de marzo pasado Luca Singerman, de 21 años, llegó al país desde Uruguay a bordo de un barco de la empresa Buquebus con otros 400 pasajeros y síntomas de coronavirus, hoy fue procesado sin prisión preventiva, y se le dispuso un embargo de 25 millones de pesos.
Procesaron al joven que volvió al país con síntomas de coronavirus
Luca Singerman fue procesado sin prisión preventiva, y se le dispuso un embargo de 25 millones de pesos, tras no avisar que tenía síntomas de coronavirus en su retorno a Buenos Aires.
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El 19 de marzo, Luca Singerman volvió a Buenos Aires con síntomas de coronavirus, pero no notificó a las autoridades.
En el informe del juez federal Luis Rodríguez, la acusación lo califica como "autor penalmente responsable del delito de violación de medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la propagación de una epidemia".
Según sostuvo el juez en su resolución, "Luca Alejandro Singerman, lejos de colaborar, demoró en informar lo que se anteponía a cualquier otra cuestión al tomar contacto con la autoridad sanitaria".
El magistrado resaltó que las autoridades sanitarias al tomar conocimiento del caso procedieron a "tomarle la temperatura e incluso le insistieron en que debía completar su declaración jurada de salud", pese a que el imputado aseguraba que recién poco antes "le habían mandado un mensaje por la aplicación WhatsApp sobre que tenía un aviso otorgándole carácter de novedad, disimulando así su rémora en tren de evitar además, entiendo, que se lo reconviniera".
"Claramente, Luca Alejandro Singerman no estaba colaborando a través de este acto de obstrucción, que francamente tampoco hubiera tenido sentido sostener en reserva la información si realmente con anterioridad a entrevistarse con las funcionarias verdaderamente lo hubiera puesto de manifiesto a las autoridades del buque como lo sostiene, porque estos últimos invariablemente ya le hubieran comunicado a las funcionarias semejante dato en el momento mismo en que abordaran", expuso el magistrado.
El episodio implicó que debieran ponerse en estricta cuarentena a más de 400 personas (entre pasajeros y tripulantes) que llegaron al país en aquel buque, en lo que fue el primer operativo de aislamiento masivo que incluyó la utilización de hoteles en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En su defensa, Singerman sostuvo que se enteró de que había dado positivo el test de Covid-19 "ya llegando a Buenos Aires", cuando recibió un mensaje de whatsapp de parte de la clínica uruguaya a la cual había recurrido.
"Fue algo inesperado, sorpresivo, nunca imaginé o sospeché que podía estar enfermo con coronavirus. Siempre me sentí perfecto. Nunca tuve fiebre, me sentí débil o presenté algún debilitamiento", sostuvo el imputado en una de sus presentaciones.
De la prueba, surge que la embarcación en la que Singerman llegó a la Argentina amarró en Buenos Aires el 19 de marzo a las 19.28 y que un minuto más tarde el joven recibió el mensaje que daba cuenta de que el test le había dado positivo, algo que no informó a las 19.40 cuando la autoridad sanitaria subió al buque, sino al menos 15 minutos después.
El regreso de Singerman y sus amigos a la Argentina se aceleró, según su propia versión, por impulso de sus padres que les facilitaron todos los medios para hacerlo y ocurrió horas antes de que el 20 de marzo se publicara el decreto de necesidad y urgencia que estableció el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
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