25 de enero 2017 - 22:12
Crimen del empresario: ordenaron la captura internacional de un tercer sospechoso
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El juez que investiga el crimen del empresario de la construcción Roberto Fernández Montes emitió esta tarde una orden nacional e internacional de detención para un carnicero de nacionalidad paraguaya identificado como Pedro Ramón Fernández Torres, acusado de ser coautor del asesinato, informaron fuentes judiciales.
Además, los investigadores encontraron en el baúl del auto de Corona 20.000 dólares que se creen son los que la víctima ocultaba en el motor del jacuzzi de su casa y fueron robados por los asesinos.
En la sede del Juzgado Nacional en lo Criminal 6 del juez López y la secretaria Karina Auletta se escucharon las declaraciones de los testigos de coartada presentados por la defensa de Arce López, quien ayer declaró que él no era el que aparecía en el video.
Otra de las evidencias que confirmaron que Arce López no era la persona grabada en el edificio de la víctima es que presenta varios tatuajes en sus brazos, que no tiene el hombre que entra y luego sale con el cadáver junto a Corona.
Fernández Montes, nacido en España, era el dueño de la empresa "Mini Vial", dedicada a la venta y alquiler de maquinaria para la construcción y residía con una de sus hijas en un edificio situado en la calle Juan F. Aranguren 36, de Caballito.
La última vez que el empresario fue visto con vida fue el sábado último, cuando salió de dicho edificio para ir a su trabajo a las 8.42 y regresó a las 12.09, de acuerdo a lo que registraron las cámaras de seguridad del inmueble.
Al no tener noticias de su paradero, una de las hijas de Fernández Montes denunció al día siguiente lo ocurrido, por lo que se inició una investigación a cargo del juez López, y la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA).
Las fuentes señalaron que la denunciante y la pareja del empresario, Maria del Carmen Liñeira (58), habían ido el domingo a la tarde a buscarlo a su departamento, ante la falta de comunicaciones habituales, dónde sólo advirtieron la ausencia de un acolchado del dormitorio principal.
Luego las hermanas Giselle y Natalia Fernández Montes, la última esposa del imputado, comenzaron a revisar las cámaras de seguridad y, al verlo a Corona, su esposa lo llevó engañado a la comisaría.
Para el abogado Morla, el caso se resolvió "de casualidad" dado que ellas "recurrieron solas a la filmación del departamento".
Si bien, en un primer momento, se creyó por las cámaras que, luego de la partida de Fernández Montes, el mecánico ingresó al garage a las 9.05, ahora sospechan que en realidad se trató del carnicero Fernández Torres que utilizó el control remoto del portón de entrada y subió con las llaves del departamento de la víctima, en el quinto piso.
Luego del reingreso del empresario, a las 12.54 ingresó al edificio su yerno, quien llevaba colocados unos "guantes de látex" y recibió las llaves del mecánico que se las arrojó por el balcón.
Siempre de acuerdo a las imágenes, a las 13.28, el yerno salió del ascensor a dar un vistazo al garaje, y tres minutos después apareció junto al carnicero cargando un acolchado que envolvía el cuerpo del empresario, el cual colocaron en el baúl de un Suzuki Fun negro, propiedad de la hija de la víctima y a bordo del cual se retiraron del lugar.
El cuerpo completamente quemado y separados en dos partes (cabeza y torso por un lado y pelvis y extremidades por otro) fue encontrado el mismo domingo a la vera de un camino rural del barrio Santa Anita, a unos dos mil metros de la ruta nacional 3, en el partido bonaerense de Cañuelas.
Según los peritos, en el lugar no se detectaron signos de incineración, lo que indica que el cuerpo, luego depositado en la morgue platense, fue quemado en otro lugar y arrojado allí.
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