12 de enero 2007 - 00:00

En busca del Leonardo perdido

Reconstrucción de «La batalla de Anghiari » de Leonardo sobre la base de bocetos. Maurizio Seracini, el investigador que impulsa la obra, fue personaje en «El Código Da Vinci».
Reconstrucción de «La batalla de Anghiari » de Leonardo sobre la base de bocetos. Maurizio Seracini, el investigador que impulsa la obra, fue personaje en «El Código Da Vinci».
Mucho antes de que «El Código Da Vinci» hiciera millonario a Dan Brown y abultara aun más las finanzas de la Sony Pictures, el investigador de arte italiano Maurizio Seracini vivía con una única obsesión: descubrir, para la humanidad y no para sus bolsillos, la obra maestra perdida de Leonardo, «La batalla de Anghiari», una pintura de la que se dejó de tener rastros en 1563, si es que de verdad alguna vez fue terminada (hay historiadores que sostienen que Da Vinci abandonó el proyecto por la mitad).

Nacido hace 55 años en Florencia, diplomado con posgrado en la Universidad de San Diego en California, Seracini consagró varios años de su carrera al intento de recuperar esta obra, ya que está seguro de que sabe dónde se encuentra: según él, está oculta en el Palazzo Vecchio, más precisamente en la sala del Cinquecento, donde actualmente funciona la alcaldía de Florencia, y más precisamente detrás de un fresco de Giorgio Vasari llamado «La batalla de Marciano» (Vasari, modesto pintor y arquitecto, es mucho más reconocido como historiador del arte).

En sus investigaciones medianterayos X y otras técnicas, Seracini postuló la existencia de una estrecha cavidad que mediaría entre el fresco de Vasari y la superficie real del muro, en la cual se ocultaría la obra perdida de Leonardo.

Según Seracini, fue el propio Vasari quien forjó secretamente esa cavidad para no dañar la obra del maestro, en tiempos en que era muy habitual la práctica de palimpsestos, es decir, de pintar nuevas pinturas sobre otras.

El miércoles, después de muchas gestiones, Seracini logró finalmente lo que quería: el Ministerio de Cultura de Italia autorizó que él y su asociado, el experto en arte Carlo Pedretti, desmonten el fresco de Vasari para determinar si es verdad que allí se oculta el Leonardo perdido, o si sólo se trata de una bella fantasía propia del mundo esotérico que rodea habitualmente a Da Vinci.

  • Luz verde

    Seracini, en verdad, le debe mucho a Dan Brown en la obtención de esta luz verde: su nombre se hizo famoso mundialmente desde que Brown lo incluyó como personaje secundario en «El Código...», donde es el único que aparece con su nombre auténtico. En la novela, Seracini intenta demostrar que «La adoración de los Magos» de Leonardo, es una patraña, ya que fue repintada a lo largo del tiempo por otros artistas menores y ya no puede considerarse una obra de Da Vinci.

    La humanidad conoce «La batalla de Anghiari», que celebra el triunfo de los florentinos sobre los milaneses, sólo a partir de la tarea de reconstrucción que se ha hecho sobre los bocetos que dejó Leonardo. El artista la inició, por encargo, en 1505, pero hacia 1560, aparentemente por problemas con la mezcla de los óleos, los Médici le encomendaron a Vasari que tomara en sus manos ese muro y pintara otra batalla. En el fresco de Vasari, en caracteres muy pequeños, aparece la frase «Cerca, trova» («Busca, encuentra»). Seracini no tiene dudas: ése es el mensaje secreto que les dejó Vasari a los futuros investigadores para que descubran la obra de Leonardo.

    «Hemos decidido dar el vistobueno a la exploración del Salone del Cinquecento para buscar 'La batalla de Anghiari'», dijo el ministro de Cultura Francesco Rutelli a los periodistas tras una reunión con el alcalde de Florencia. «Ahora sabremos si es cierto que hay una cavidad en la pared y si hay rastros del fresco original.» El alcalde Leonardo Domenici, aparentemente menos convencido, confirmó que los trabajos comenzarían en breve, pero no dio una fecha concreta.

    «No tengo dudas de que la obra realmente existe», dijo en una oportunidad Seracini. «Por casi medio siglo después de su realización, los documentos continúan hablando de los caballosde Leonardo con la más alta admiración. Creo que estamos a poco tiempo de descubrir la mayor obra de arte que Leonardo haya hecho nunca.»

    Seracini fundó en Florencia Editech, una empresa dedicada a trabajos vinculados con la herencia cultural, especialmente la restauración y el hallazgo. Su empresa ya trabajó sobre 2.000 obras de arte, entre ellas 31 de Rafael y tres de Da Vinci.

    Desde luego, su júbilo no podía ser mayor cuando obtuvo la autorización para proceder. El no tiene ninguna duda de que la obra que busca está exactamente donde va a desmontar el Vasari, aunque reconoce que quizá podría ser «imposible de restaurar» después de casi cuatro siglos y medio de permanecer en la oscuridad.
  • Dejá tu comentario

    Te puede interesar