Tras la liberación de tres de los cuatro detenidos por el crimen de Evelyn Ferreyra, vecinos y familiares de la niña marcharon hasta los tribunales de Lomas de Zamora en protesta por la decisión del juez. Los abuelos se reunieron con Aníbal Fernández.
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La abuela de la pequeña, Marta Bartolomé, puso de manifiesto su desacuerdo con la medida, y adelantó que, aunque el juez de garantías, Javier Maffucci Moore, no la recibió ayer, prometió hacerlo en el día de hoy. Los manifestantes se reunieron frente a la casa donde fue hallado el cuerpo y con bombos y pancartas escritas con el pedido de «Justicia para Evelyn», se movilizaron hasta el juzgado.
En tanto, los abuelos de Evelyn lograron mantener una reunión con el ministro del Interior, Aníbal Fernández, para que les brinde « ayuda» en el trágico hecho. «El ministro Fernández nos dijo que nos va a ayudar y nos escuchó cuando le contamos nuestras dudas sobre la libertad de las personas que estaban detenidas», sostuvo Marta Bartolomé.
Cumpleaños
Ayer, Evelyn hubiera cumplido 9 años, y los vecinos y familiares, en vez de quedarse sólo con la recordación, prefirieron realizar la manifestación hasta los tribunales, lugar al que llegaron a bordo de un micro.
El martes, el juez Maffucci Moore había dejado en libertad a Armando Zabielewicz; a su mujer, Vicenta Tapia, y a su nuera, María Alañís, ya que habían demostrado no encontrarse en el lugar y a la hora que la niña había desaparecido.
De todas maneras, los tres liberados -quienes viven en la misma casa donde fue hallado el cadáver de Evelyn- seguirán «imputados en el caso», según aclaró el abogado de la familia Evelyn, Roberto Damboriana.
Por tanto, el único detenido y principal sospechoso del hecho es Juan Sebastián Zabielewicz, de 29 años, quien la semana pasada habría confesado su autoría ante un psicólogo policial. Luego de que el magistrado se comprometiera a recibir a los familiares de la niña y a su abogado, la protesta se levantó.
En los primeros momentos de la manifestación, la casa de la que partieron los participantes debió ser fuertemente custodiada por cerca de 30 efectivos de la Comisaría 4ª de Llavallol, con el fin de prevenir un ataque de los indignados vecinos.
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