18 de diciembre 2020 - 13:53

Confirman la condena a cuatro años de prisión para el primo expolicía de la mujer de Mangeri

Cecilio Saettone es un familiar de la esposa de Jorge Mangeri, el femicida de Ángeles Rawson. Cometió falso testimonio en dos oportunidades para favorecer al portero.

Cecilio Saettone fue condenado a cuatro años de prisión.

Cecilio Saettone fue condenado a cuatro años de prisión.

Foto: Archivo

La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la condena a cuatro años de prisión que hace tres años le fue impuesta a Cecilio Saettone, el primo expolicía de la esposa de Jorge Mangeri, el femicida de Ángeles Rawson, por haber cometido falso testimonio en dos oportunidades para favorecer al portero condenado, según informaron hoy fuentes judiciales.

La Sala II del mencionado tribunal confirmó así el fallo condenatorio que hace tres años había dictado el Tribunal Oral en lo Criminal 1 sobre Saettone (60), un policía bonaerense retirado, que siempre estuvo bajo la lupa de los investigadores del caso Ángeles por ser quien presuntamente asesoró al portero femicida para que inventara que había sido apremiado por policías y para que ocultara con quemaduras los arañazos que presentaba en su cuerpo.

Ángeles Rawson, de 16 años, desapareció el lunes 10 de junio de 2013 cuando regresaba a su casa del barrio porteño de Palermo. Las cámaras de los inmuebles aledaños registraron el momento en el que la joven ingresó por la puerta principal del edificio donde vivía junto a su familia.

Al día siguiente su cuerpo fue hallado en un predio de la CEAMSE en el partido bonaerense de José León Suárez.

La detención de Mangeri se concretó tras verificarse que el encargado del edificio en donde vivía la adolescente, presentaba unas heridas en su cuerpo, y se sospechaba que eran producto de la defensa de la joven. Además, Mangeri se quebró en su declaración ante la fiscal del caso.

En las jornadas previas a la sentencia, la fiscalía, a cargo de Fernando Fiszer y Sandro Abraldes, y la querella coincidieron en solicitar prisión perpetua para Mangeri, mientras que la defensa demandó la nulidad de los alegatos y de los pedidos de pena y, en consecuencia, la absolución de su cliente.

En sus últimas palabras ante el tribunal, el portero lanzó una frase que causó irritación y malestar entre los familiares de la adolescente, al llamar a Ángeles por el apodo que recibía en su círculo íntimo: "Soy inocente, no tuve nada que ver con la muerte de Mumi".

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