10 de julio 2025 - 19:09

La NASA se lanza a resolver el misterio cósmico del origen de la vida

Con el futuro Observatorio de Mundos Habitables, la NASA planea estudiar exoplanetas para descubrir cuándo y cómo surge la vida más allá de la Tierra.

La NASA busca desentrañar cómo surge la vida en el universo con el Observatorio de Mundos Habitables, un telescopio diseñado para detectar biofirmas en exoplanetas.

La NASA busca desentrañar cómo surge la vida en el universo con el Observatorio de Mundos Habitables, un telescopio diseñado para detectar biofirmas en exoplanetas.

La NASA y un equipo internacional de científicos, liderados por Sukrit Ranjan de la Universidad de Arizona, preparan una misión clave para desentrañar el origen de la vida. Con el futuro Observatorio de Mundos Habitables, buscarán biofirmas en exoplanetas y analizarán patrones químicos para comprobar cuál de las teorías sobre el surgimiento de la vida es correcta.

Según este estudio, existen tres grandes teorías sobre cómo podría surgir la vida en el cosmos. La primera sostiene que la vida depende de una combinación extremadamente específica de condiciones, tan raras que sería casi imposible encontrar otro planeta habitado en 33 años luz. Se basa en rutas químicas complejas que requieren la interacción precisa de distintos ambientes, lo que haría que la vida a partir de materia inerte sea un fenómeno casi único.

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En el extremo opuesto, hay teorías que afirman que la vida surge de forma natural cuando existen condiciones básicas, como océanos de agua líquida, respiraderos hidrotermales y atmósferas ricas en dióxido de carbono. Para estos enfoques, la vida sería un resultado inevitable de los desequilibrios energéticos presentes en esos entornos. La tercera línea de investigación enfatiza factores puntuales, como la radiación ultravioleta en niveles específicos, que habría sido clave en la Tierra y podría serlo en otros mundos.

El papel crucial del HWO

El Observatorio de Mundos Habitables, actualmente en desarrollo, permitirá analizar atmósferas de exoplanetas en busca de biofirmas, es decir, señales químicas que indiquen la posible existencia de vida. Incluso encontrar una sola biosfera bastaría para refutar las teorías que consideran que la vida es extremadamente rara. Si se estudian entre 20 y 50 planetas y no se detectan señales, se fortalecería la hipótesis de la rareza de la vida.

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Pero las mayores respuestas llegarán al analizar una muestra más amplia. Simulaciones previas muestran que observar al menos 50 exoplanetas permitirá correlacionar la presencia de vida con factores como la radiación ultravioleta recibida o la presencia de océanos y continentes.

Diseñar un telescopio para buscar vida

Este proyecto implica que el HWO deba priorizar la amplitud sobre el detalle, observando muchos mundos en lugar de enfocarse profundamente en unos pocos. Para ser realmente efectivo, el telescopio tendrá que identificar no solo biofirmas, sino también características planetarias clave como océanos, masas continentales y composiciones atmosféricas. Además, se deberá analizar la variación de brillo de los planetas durante sus órbitas para detectar reflejos oceánicos (“glint”) y posibles señales de continentes, complementados con análisis espectroscópicos para identificar gases fundamentales.

planeta tierra

Más que curiosidad: una nueva visión del cosmos

Este proyecto marca un cambio profundo en la exploración de la vida en el universo. La pregunta ya no es solamente si estamos solos, sino cómo surge la vida en cualquier parte del cosmos. Responder a esta incógnita no solo enriquecerá la ciencia, sino que redefinirá los criterios de habitabilidad, orientará futuras misiones espaciales y nos permitirá comprender mejor nuestro lugar en el universo.

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