El esquema de pirámide o estafa piramidal, creado por el italiano Carlo Ponzi, un conocido delincuente especializado en estafas con inversiones, es un delito que viola los artículos 309 y 310 del Código Penal, que pena el delito de intermediación financiera no autorizada.
Cuáles son las claves para no caer en la estafa del telar de la abundancia
Este esquema de pirámide promete, a las personas, un beneficio de multiplicar la inversión en pocos días. Pero el sistema no es sostenible, si no se suman nuevos participantes no es posible devolver la plata.
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El esquema de pirámide o estafa piramidal, fue creado por el italiano Carlo Ponzi, delincuente especializado en estafas con inversiones.
En un sistema piramidal, los participantes iniciales meten a más personas en el esquema con el objetivo de que los nuevos integrantes generen beneficios (ganancias) a los que empezaron. Para que funcione es necesario que el número de participantes nuevos sea mayor al de los iniciales y por eso se le da el nombre de pirámide.
En el esquema de Ponzi, la base del telar de la abundancia, la persona que arranca debe conseguir entre 2 y 6 personas que pongan plata, una vez hechos los aportes, esa persona se retira de la pirámide y estos 6 nuevos integrantes suben al siguiente nivel.
Luego cada una de esas 6 personas debe conseguir 6 personas más que aporten. Es decir un total de 36 personas que tienen que aportar X pesos cada una para que el sistema siga funcionando, los 6 participantes que recibieron la plata se pueden retirar del sistema.
Ahora son 36 personas que deben conseguir cada una 6 personas más que hagan sus aportes. Así, la pirámide va creciendo indefinidamente o hasta que no se puedan conseguir más personas, que es lo que finalmente ocurre y es una de las razones por la cual este sistema es una estafa.
Estas estafas se conocen por muchos otros nombres y variantes populares tales como: células de la abundancia, mandala de la abundancia, flor de la abundancia o círculo de la prosperidad, entre otros.
Para una flor de la abundancia o pirámide que se inicia con 6 participantes, luego de 13 rondas haría falta más gente que el total de la población del planeta. Por eso, es imposible que el sistema funcione sea cual sea la cantidad de participantes iniciales.
Existen algunas claves para que no caer en el engaño del telar de la abundancia, para que puedas conocer su funcionamiento y estar al tanto de los riesgos. La fintech Ualá armó una guía que publicó en su blog al respecto.
- El sistema les promete a las personas, a cambio de una suma fija, el beneficio de multiplicarla en pocos días. Los que arman los telares no hablan de inversores, ni de ganancias, sino que utilizan elementos como “fuego” para describir a los que invierten y “agua” a los que se llevan la plata.
- El grupo o telar está compuesto por 4 elementos: agua, tierra, aire y fuego. La ganancia obtenida depende de la participación de nuevos miembros. A medida que se van creando nuevas flores, se necesita más gente para completarlas, aumentando las posibilidades que el mecanismo se quiebre y se produzcan pérdidas de plata.
- Cada nuevo integrante del grupo que ingresa pasa a financiar la “ganancia prometida” de alguno de los que invirtió previamente. La plata no se invierte en un plazo fijo, ni en comprar dólares, o ningún otro tipo de inversión. Apenas la plata ingresa, va a parar a alguno de los que aportó inicialmente.
Las cuatro trampas del telar de la abundancia y de cualquier esquema piramidal son las siguientes:
- El esquema piramidal no es un sistema sostenible porque la plata solo se puede recuperar si cada persona convoca a nuevos conocidos a participar. Si no se suman nuevas personas, no es posible devolver la plata.
- No suele haber comprobantes de la plata que cada participante aporta. Estas estructuras tampoco cuentan con ningún tipo de respaldo ni control legal por parte de ninguna entidad que garantice que efectivamente las personas reciban su plata de vuelta.
- No hay información clara y precisa sobre el funcionamiento ni los riesgos que generan para las personas que aportan.
- Tarde o temprano, siempre llega un momento en que es imposible que se sume más gente al sistema y los últimos que entraron no pueden recuperar la plata que aportaron.
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