Steve Jobs y su pareja, Lauren Powell, vivían junto con sus hijos en una casa llena de lujos y comodidades. Tras fundar Apple y su rotundo éxito en la industria tecnológica, el dinero no era un problema para la familia. Sin embargo, incluso las decisiones más sencillas para el resto del mundo, eran un desafío en su mente tan meticulosa y exigente.
¿Por qué Steve Jobs no tenía sillones en su casa?
La lujosa vida del magnate fundador de Apple se veía atravesada por la exigencia y la indecisión frente a desafíos cotidianos. A continuación, los detalles.
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El magnate estadounidense, fallecido en el 2011, tenía un hábito que se podía observar en entrevistas: en vez de sentarse, solía recargarse en las mesas o hablar siempre de pie. Esto era debido a que, según cuenta Powell, no tenían sillones en su casa. Elegir un elemento tan cotidiano les demoró 8 años. ¿Por qué?
Steve Jobs tardó 8 años en elegir un sillón
La indecisión tenía una raíz más lógica de la que se podría esperar. Al ser una persona tan analítica y detallista, había muchos aspectos del sillón que Jobs tenia en cuenta para elegir. Por su filosofía de vida, todas las decisiones que uno toma son vitales, porque hablan de uno y forman parte de un todo. Esta forma de abordar las decisiones se pueden apreciar en su propia marca, Apple, donde las elecciones de diseño son extremadamente estudiadas antes de sacar un producto al mercado.
Como contaron diversos colegas que trabajaron con el en su empresa, Jobs quería que la belleza se pueda apreciar en todos los elementos de sus dispositivos, incluso dentro de sus computadoras. El mismo afirmaba que "un buen carpintero elegiría la mejor madera para la parte posterior de un gabinete, aunque nadie lo viera".
Así era Jobs en su vida personal también. Su mujer contó en una entrevista que ambos debían estar de acuerdo en todos los detalles. Así fue como la familia tardó ocho años en elegir el sillón que mejor se amoldaba a los gustos y exigencias de ambos.
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