17 de julio 2019 - 00:00

IPC aumentó 2,7% en junio y acumuló 22,4% en el primer semestre

El índice se desaceleró gracias a la estabilidad cambiaria y al congelamiento de tarifas. Se espera otra baja para julio.

   

 

 

NA

La inflación volvió a desacelerarse por tercer mes consecutivo en junio, al ubicarse en un 2,7%, pero todavía persiste en niveles sumamente elevados. Así lo indicó ayer el INDEC, al dar a conocer el Índice de Precios al Consumidor, que en el primer semestre totalizó el 22,4%, apenas por debajo de la meta del 23% que se había pautado en el Presupuesto para todo 2019. En la comparación interanual, el indicador se desaceleró al 55,8%, mientras que en términos anualizados, bajó al 44,9%.

En este marco, el componente núcleo registró un avance del 2,6%, brindando una señal positiva para los próximos meses. Entre los rubros, los mayores incrementos fueron registrados por Comunicación (+7,1%), Recreación y cultura (+3,7%) y Salud (+3,4%), que completaron el podio. Más abajo se ubicaron Equipamiento y mantenimiento del hogar (+3,4%), Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles y bebidas alcohólicas y tabaco, con un alza del 2,7%. Por debajo del nivel general se ubicaron Alimentos y bebidas no alcohólicas (+2,6%), Restaurantes y hoteles (+2,5%), Bienes y servicios varios (+2,1%), Prendas de vestir y calzado (+1,9%), Educación (+1,8%) y Transporte (+1,6%).

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Francisco Mattig, de Consultatio, destacó que “la calma cambiaria es el factor clave que ayudó a seguir desinflando la economía en el mes pasado, aunque el congelamiento de la mayor parte de las tarifas también ayudó”. “Un dato importante fue que la núcleo, por primera vez en dos meses, no evolucionó por encima del nivel general”. Por otra parte, sostuvo que “es lógico que la inflación se haga más ‘pegajosa’ a medida que nos vamos desinflando: no es lo mismo bajar del 4,5% al 3,5% que del 3% al 2%. Además, notamos que desde el salto cambiario del año pasado, los márgenes de los comercios minoristas se han achicado, y es esperable que intenten recomponer algo a medida que la economía se estabiliza y comienza lentamente a querer repuntar de la mano del impulso al consumo de las medidas del Gobierno (Ahora 12, créditos ANSES y 0 km), así como también de las paritarias”.

Proyecciones

Para julio, tanto el oficialismo como las consultoras privadas esperan que se mantenga la desaceleración del índice, con una cifra más cercana al 2,4%, siempre y cuando no haya un nuevo salto en el tipo de cambio, a medida que se acerquen las PASO, donde se podría registrar una mayor volatilidad. En esta línea, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina, anticipó que “en julio la inflación bajará por cuarto mes consecutivo y no superaría el 2,5%. Pese a que el alza de precios persistirá elevada, sería la más baja desde el inicio de la corrida cambiaria a mediados del año pasado”. Entre los incrementos de precios esperados para julio, se destacan: prepagas (+5,5%), garrafa de gas (+5%) y combustibles (+2,5%). Con esta dinámica, el IPC terminaría el año con un incremento cercano al 40%, con una política monetaria que mantendrá su sesgo contractivo, a partir de tasas reales positivas y de un crecimiento negativo de la base monetaria entre agosto y octubre.

En tanto, desde ACM señalaron que el costo de la actividad sería del 1,8%. Y destacó que otros datos que seguirán empeorando son los de pobreza e indigencia, ante el incremento del rubro de alimentos, uno de los más influyentes en estos indicadores.

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