25 de abril 2005 - 00:00

Podría caer la causa SW

Podría dar un giro el caso del tráfico de cocaína a España. El viernes, el juez Carlos Liporace benefició con la "falta de mérito" a los hermanos Maggio (directivos de SW), pero esa decisión podría caer. Ocurre que la Cámara en lo Penal Económico de Capital Federal definirá hoy si separa al juez de la investigación, acusado de prejuzgamiento. Liporace se apresuró en dictar una medida que favorece a los directivos de la empresa, sin saber si seguiría al frente de la pesquisa. Ahora ese fallo puede ser declarado nulo.

No son buenos los presagios que se ciernen sobre el juez Carlos Liporace. Hay fuertes indicios de que la Cámara en lo Penal Económico decidiría apartar al magistrado de las investigaciones del tráfico de 60 kilos de cocaína a España.

La «falta de mérito» que Liporace declaró el viernes a favor de los hermanos Maggio sería utilizada como argumento de peso contra la continuidad del juez en este caso.

La definición que los camaristas puedan adoptar desde hoy será trascendental para la causa. Si el juez es desplazado, las medidas que tomó hasta el momento (incluso el fallo que benefició a los Maggio) pueden ser motivo de planteos de nulidad. Es decir, se caería la falta de mérito que favoreció a Juan y Cristian Maggio, al vicepresidente de Southern Winds, Enrique Montero, y al ex jefe de la disuelta Policía Aeronáutica Nacional (PAN) brigadier Horacio Miguel Giagischia.

Muchos se preguntan si el fallo del viernes de Liporace no es una complicación más en este enredado caso. Y se interrogan acerca de los motivos que impulsaron a Liporace a correr el riesgo de emitir un pronunciamiento antes de que la Cámara se expidiera sobre su continuidad. El juez explica que no podía demorar una definición, porque «había personas detenidas».

La reunión clave de la Sala B será ampliada con todos los interesados en el expediente para que opinen si el juez debe seguir al frente de la investigación o ser removido.

Liporace tiene grandes desventajas. Son más sus detractores que sus defensores. En la primera línea se ubica la mismísima fiscal
Gabriela Ruiz Morales. La funcionaria recusó a Liporace porque considera que no está actuando en el caso con imparcialidad suficiente. Incluso, en los Tribunales de Avenida de los Inmigrantes, se daba por descontado que la fiscal apelaría la «falta de mérito» de los Maggio y de Montero.

En la línea de la fiscal se enrolan los abogados cuyos defendidos resultaron procesados. En esta causa, tienen prisión preventiva los ex empleados de SW Walter Beltrame, Claudio Baudino y Fernando Arriete.

El cuestionado juez sólo tiene el obvio respaldo de los abogados Eamön Müllen y José Barbaccia, defensores de los directivos de la aérea Southern Winds.

Para colmo, no son buenas las relaciones de Liporace con sus superiores:
ya lo criticaron duramente dos veces por no haber ordenado medidas clave para avanzar en la pesquisa y llevar un expediente paralelo. Además, tacharon a sus decisiones como «confusas y erráticas» para la investigación. Por la conducta del juez, un plenario de la Cámara realizó una investigación preliminar y hace diez días envió sus resultados al Consejo de la Magistratura, donde uno de sus miembros, Humberto Quiroga Lavié, ya impulsó un sumario para determinar si Liporace incurrió en mal desempeño de sus funciones.

Los camaristas
Carlos Pizatelli, Marcos Gravibker y Roberto Hornos pueden dictaminar sobre el futuro de Liporace el mismo día u ordenar una serie de medidas antes de pronunciarse.

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