Estados Unidos creó más de medio millón de puestos de trabajo netos en enero. Se esperaban 187 mil. Con precisión, 517 mil (443 mil en el sector privado). Las correcciones de los dos meses previos sumaron 71 mil más. Y la revisión anual descubrió otros 813 mil, gestados a lo largo de 2022. Son las cifras del informe laboral a nivel de firmas. La encuesta de hogares, realizada en paralelo, confirmó la exuberancia. La tasa de desocupación se comprimió a 3,4%. No regía un nivel tan magro desde que Neil Armstrong puso los pies en la Luna en 1969. Es oficial pero, ¿será verdad?
La inflación no terminó de aterrizar pero la economía estadounidense vuelve a despegar
Estados Unidos creó más de medio millón de puestos de trabajo netos en enero. Se esperaban 187 mil. Con precisión, 517 mil (443 mil en el sector privado). Las correcciones de los dos meses previos sumaron 71 mil más. Y la revisión anual descubrió otros 813 mil, gestados a lo largo de 2022.
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Dólar, suba de tasas e inflación: ¿cuál sería hoy el precio de equilibrio?

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.
La estimación mensual de empleos -siempre volátil y con nuevos factores de desestacionalización detrás- debe tomarse con pinzas. La fortaleza del promedio trimestral -355 mil, apenas por debajo de la media de 401 mil de 2022- es un dato confiable. ¿Cómo conciliarlo con la anemia de las cuentas nacionales? Con dificultad. Los indicadores económicos líderes -y la curva invertida de los bonos del Tesoro- predicen una recesión. Llevan diez meses consecutivos en baja y su caída se acelera. Pero la recesión -como Godot- no se presenta. Debe estar muy ocupada. La vida te da sorpresas. La banca central, no. La Fed subió sus tasas un cuarto de punto a 4,75%. El Banco de Inglaterra, medio punto a 4%. El BCE, medio punto, las tres que digita. Y avisó que repetirá en marzo. Las tasas cortas suben, la inflación baja. Los mercados bajan las tasas largas por su cuenta, y los bancos centrales preferirían que no tanto. “Es demasiado temprano para cantar victoria”, recitan a coro. Y es una orden: que nadie cante. Los mercados no abren la boca, solo apuestan por una victoria cantada. Enero fue todo lo apoteósico que no fue la Navidad sin Santa Claus. Le bastó con oír la inflación de diciembre silbando bajito. Los números del todavía breve 2023 no mienten. Se frenó el Dow Jones (+2,4%) y taloneó el S&P 500 (+7,7%). Y picó la caballería ligera: Nasdaq (+14,7%) y Russell 2000 (+12,8%). La Fed no quiere fiestas que relajen el rigor monetario del alza de tasas. Pero la ambición manda, y el miedo a la Fed de Powell palidece con el de quedarse a pie cuando sale el tren de la estación. Que conste que Manhattan no es el epicentro. El Footsie 100, en Londres, ya alcanzó un nuevo récord absoluto.
Jay Powell no canta el triunfo, pero declaró el comienzo de la desinflación. La mencionó 13 veces en su conferencia de prensa. Así la suba de tasas sabe a gloria. Aclaró: “Queda trabajo por hacer”. Los mercados descuentan que lo hará. ¿Tiene la Fed un problema de credibilidad? Lo tendría si no le creyeran. Lo tendría sin la constancia de la desinflación. O sea, de la victoria en proceso. ¿Qué pensar de una economía que hay que domar, ya recibió un tratamiento de shock equivalente a 18 subas de tasas de un cuarto de punto en diez meses, y que saca de la galera medio millón de nuevos puestos (netos) de trabajo? Si el informe de diciembre -con 233 mil (revisados a 260 mil)- era la postal del aterrizaje suave, ¿qué decir ahora? Primero, ninguna queja. La ebullición del empleo, el fuerte aumento de las horas trabajadas y la escasez de mano obra disponible no empujan un recalentamiento del costo laboral. Los salarios por hora se elevaron 0,3% en enero. La variación interanual cae desde mayo. La cima de 5,9% se redujo a 4,8% en diciembre y 4,4% en enero. Los bríos reales no cuestionan la desinflación. Es el mejor de los mundos. La inflación aterriza mientras el empleo despega de nuevo. ¿Qué hará la economía sino seguirle el tranco? ¿O asistimos a una catástrofe de la productividad? ¿Cuánto le llevará a las cuentas nacionales revisar sus papeles y anunciar la partida de un nuevo vuelo del PBI?
¿Y qué hará la Fed? El trabajo que resta. Dos subas de tasas de un cuarto de punto la dejarán en la tasa terminal de su mapa de puntos: 5,25%. Será en mayo. Powell avisó que no se discute la variante de una pausa entre reuniones. Si el empleo cumple lo que promete habrá que habilitar una nueva terminal para la tasas. Ya en diciembre había defensores de llegar a 5,50%. Y un par, a 5,75%. La poda de tasas que anticipan los mercados deberá aguardar. La tasa de desocupación cayó a 3,4%. La hoja de ruta oficial la espera, a fin de año, en 4,6%. Por lo menos, habrá que convencerla de que viaja a contramano.
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