23 de diciembre 2023 - 00:07

Calcular, maridar y sorprender: las 3 claves para no fallar con las bebidas en Navidad

Ser anfitrión implica asumir el desafío de tener que elegir, calcular y maridar los vinos y espumantes para que se luzcan y a la vez acompañen cada plato y momento del encuentro. Y en las Fiestas, cuando la cantidad de comensales suele ser numerosa, el reto es aún más complejo.

Brindis fiestas.
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Acostumbrados a elegir bebidas para mesas de dos, cuatro o apenas unos pocos comensales más, puede resultar desafiante hacer el ejercicio cuando se trata de encuentros numerosos. En diciembre, tiempo de celebraciones, este reto suele hacerse presente y nos genera muchas preguntas: ¿con qué tragos sencillos puedo sorprender a los invitados?, ¿cómo calculo la cantidad de bebida para que alcance, pero sin gastar de más?, ¿qué vinos y espumantes debo comprar?, ¿cómo ponerlos a jugar con los platos que se servirán? Aunque, como siempre, lo más importante es conocer los gustos propios y, en la medida de lo posible, los de los invitados, algunos tips sencillos pueden guiarnos para complacer y sorprender a la mayoría de los paladares.

  • Clave 1: para empezar, un trago

Una buena idea para comenzar el encuentro de una manera distendida, es recibir a los comensales con tragos. Con dos opciones sencillas, infalibles y diferentes entre sí será suficiente: por ejemplo combinando un cóctel más tradicional con base de espumante (como puede ser un Julep Royal o un Bellini), con otro más jugado que tenga al vino como protagonista (por ejemplo, un Tinto de verano o un Torrontés Fresh).

El Julep Royal se sirve en un vaso mediano y es un mix de azúcar, menta, hielo roto hasta el tope y unas gotas de jugo de lima. Se machaca la mezcla, se completa con espumante Extra Brut y se revuelve sin batir.

El Bellini es muy simple también: en una copa flauta, colocar 35 ml de pulpa de durazno natural y añadir un espumante. Puede ser un Extra Brut o, si se busca más dulzor, un Demisec (como este trago no lleva hielo, el espumante debe estar muy frío).

El Tinto de Verano es un mix de vino tinto con gaseosa lima limón o jugo de limón en proporciones iguales. Se le agrega hielo y rodajas de limón para destacar el sabor cítrico. En tanto, el Torrontés Fresh lleva 100 ml de vino Torrontés, algunas rodajas y almíbar de durazno, soda hasta completar la copa y una rama de romero para decorar.

  • Clave 2: qué vinos elegir y cómo maridarlos

Una vez elegidos los tragos para el inicio del encuentro, es tiempo de pensar en los vinos que acompañarán cada instancia de la comida. Como ya sabemos, no existen “recetas únicas” a la hora de hacer maridajes, pero en una cena o almuerzo con muchos invitados conviene seguir algunos tips que no fallan nunca.

Para el momento de las entradas, más livianas y frescas, siempre conviene optar por blancos, espumantes o rosados. Si se quiere hilar más fino, podemos tener en cuenta las notas que ofrece el ejemplar elegido en relación con el plato a degustar: si se busca un blanco con mayor acidez, notas florales y herbales, un Semillón funcionará muy bien; mientras que, si pretendemos acompañar con sabores suaves y notas frutales, conviene elegir rosados de buena acidez.

Para el plato fuerte de la comida, un tinto será una buena elección. Si los sabores son muy intensos, resultarán perfectos un Cabernet Franc o un Malbec con paso por barrica. En el caso de que se sirva asado, cualquier tinto acompañará muy bien. En líneas generales, debemos pensar en tintos más intensos cuando el plato sea más grasoso.

Los espumantes y las sidras suelen ser perfectos compañeros para la mesa dulce. Si optamos por espumantes, deberemos tener en cuenta las preferencias de los asistentes y la cantidad de azúcar del espumoso, un dato que obtendremos de la etiqueta. El Nature es el de menor dulzor: en Argentina posee alrededor de 3 gramos de azúcar por litro. Le siguen el Brut Nature (menos de 7 g/l), el Extra Brut (menos de 11 g/l), el Brut (menos de 15 g/l), el Demi Sec (de 15 a 40 g/l) y el Dulce (más de 40 g/l).

  • Clave 3: cómo calcular la cantidad a comprar

Para no complicar la selección, recomiendo elegir un tipo de bebida para acompañar la cena y no improvisar mezclas, por ejemplo, ofreciendo vino y cerveza para una misma instancia. Una vez definido eso, pensaremos en las cantidades. Este es un punto crucial ya que la escasez de bebida puede arruinar cualquier velada… ¡Pero es tiempo de cuidar el bolsillo y tampoco queremos comprar de más! Por eso, siempre es bueno hacer algunos cálculos elementales antes de hacer la compra.

Si se ofrecerá vino, se calcula uno cada dos o tres personas. Si la bebida será cerveza, un litro o entre 3 y 4 porrones por invitado. En el caso de las sidras y espumantes, comprar una botella cada cuatro personas (de cada botella se pueden obtener hasta ocho copas). Con un litro y medio de bebida sin alcohol por niño y dos kilos de hielo cada tres personas, será suficiente. Y, por supuesto, conviene elegir con antelación los tragos que se servirán para asegurarnos de sumar las bebidas necesarias a la lista.

Una vez realizada la compra, sugiero poner en la heladera los blancos, rosados, espumantes, sidras, aguas y gaseosas 24 horas antes. Y en los momentos previos a iniciar el encuentro, los tintos también deben refrescarse. Y siempre hay que tener en cuenta que, en los almuerzos, el consumo de alcohol suele ser más reducido que durante las cenas.

Sommelier, bartender, licenciada en marketing estratégico y en comunicación social, periodista y profesora de marketing digital, de imagen corporativa y de comunicación digital.

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