20 de mayo 2025 - 14:03

Dos admirables investigaciones en libros de reciente aparición

"Calle Londres 38", de Philippe Sands, sobre el proceso a Pinochet en Inglaterra, y "La generación ansiosa", de Jonathan Haidt, sobre los efectos de las redes sociales en la juventud.

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Londres, 6 de octubre de 1998. Policías de Scotland Yard irrumpen en la habitación 801 de London Clinic donde Augusto Pinochet, de 82 años, descansa tras una operación de hernia discal. “Queda arrestado acusado de asesinato”, traduce la intérprete las palabras del jefe del operativo. Cumplían la orden del juez español Baltasar Garzón, de detención por delitos de genocidio, terrorismo, torturas y desaparición de personas. Orden refrendada por la Corte Penal Internacional por delitos de lesa humanidad.

El abogado Philippe Sands, asesor de Human Rights Watch, es convocado para la defensa de Pinochet. Su esposa le dice: si te metes en eso me divorcio. Para Sands ese juicio es el caso internacional más apasionante desde Núremberg. Pasa a colaborar con la acusación, a buscar pruebas que confirmen los crímenes señalados por Garzón y ratificados por jueces de otros países.

Sands, comienza a actuar como un personaje de su amigo John Le Carré, que solía darle a leer sus manuscritos para que le dijera si había errores. Encuentra lazos que lo llevan a Londres 38, Santiago de Chile, y a ese Walther Rauff mencionado en el juicio a Eichmann como SS supervisor de camiones cerrados qu emitían al interior gas sarín, para asesinar a judíos a los que se le decía que eran trasladados a un campo de concentración. Trabajando en “Ruta de escape”, sobre el jerarca nazi Otto Wätchter, Sands había dado con una carta de Rauff desde Chile y que antes, en Ecuador, había conocido a Pinochet, que estudiaba en la academia militar de Quito.

La investigación se vuelve una narración coral tensa, intrigante, un thriller con momentos terroríficos, conmovedores, y una objetividad que da la palabra a opositores y defensores de Pinochet, y lugar especial a sobrevivientes del genocidio que involucra al dictador y al ex jefe de la siniestra Schutzstaffel.

En el 38 de la calle Londres estaba la sede del Partido Socialista, que llevó a Salvador Allende al poder. Tras el Golpe de Estado fue convertida en centro detención, interrogatorio y tortura. Sands logra testimonios de la actuación de Rauff, llamado El Chacal, en la desaparición de personas de la misma forma que en el nazismo: traslado en camiones refrigerados que emitían en el interior gas sarín. Y se utilizaron las máquinas de una pesquera y enlatadora para convertir los cadáveres en harina de pescado para alimento de pollos.

Las revelaciones se suceden. Pinochet vivió en Londres los 593 días de su detención como un turista. Margaret Thatcher lo ayudó especialmente por sus servicios durante la Guerra de Malvinas. Sands narra los tejes y manejes judiciales del presidente Frei y sus colaboradores para evitar la extradición de Pinochet a España donde sería juzgado, y conseguir su regreso a Chile por problemas de salud (se le pide que finja demencia). Finalmente, el dictador y su colaborador nazi, terminaron su vida impunes.

La generación ansiosa

Una buena investigación ofrece hechos y datos que merecen ser atendidos y ampliados. Sucede con “La generación ansiosa”, ensayo que pasó de ser un libro de ayuda para padres preocupados por los problemas de sus hijos, a ser para Bill Gates “un libro aterrador”, “una llamada de atención para cambiar el rumbo hacia donde nos dirigimos” y “una obra imprescindible” para los que están con chicos y adolescentes”.

La idea del psicólogo social neoyorquino Jonathan Haidt iba más allá de los problemas actuales de la infancia y adolescencia era “un libro sobre cómo recuperar la vida humana para los humanos de todas las generaciones”, Haldt estaba escribiendo “La vida después de Babel, adaptándonos a un mundo que ya no podemos compartir”. De pronto el “tsunami” provocado por el celular y redes sociales en chicos y adolescentes eran “el canario en la mina de carbón”, detectaba “el peligro de seguir avanzando” sin protección alguna, y con el impulso irrefrenable del negocio y la actualización. “Las empresas se afanan por maximizar el engagement recurriendo a trucos psicológicos para que los jóvenes no paren de clicar”, señala Haidt, porque “la dosis de dopamina está a un click de distancia”

Haidt ironiza sobre el proyecto de Elion Musk de colonizar Marte sin tomar en cuenta los descalabros físicos y cerebrales que eso provocaría. Es con los padres, advierte, que no toman en cuenta que sus hijos se han vuelto adictos a las pantallas y dejan que jueguen con el celular, la compu, la tablet y los videojuegos. Tarde observan que están conectados todo el tiempo. Y las conexiones pueden ser a las redes, a lugares de apuestas, webs de pornografía o lde citas. Lo que para adultos son lugares de información, trabajo, amigos, ofertas, sexo, para chicos y adolescentes encerrados con la pantalla- perturban su desarrollo cognitivo, tiene resistencia a aplazar gratificaciones, entran en circuitos de competencia o sometimiento. Según Haidt junto a la epidemia del covid surgio la de enfermedades mentales en niños y jóvenes: depresión, trastornos fóbicos, ansiedad, ataques de pánico, autolesiones y hasta suicidio. Haidt ofrece cifras y gráficos. Cada tanto hay casos que se hacen públicos, como la salud de Tini Stoessel o las letras de la cantante La Joaqui.

La sobreprotección familiar no suele tener efecto en adolescentes a los que le importa la validación de sus pares y sortean cualquier indicación familiar o adulta. Haidt plantea cuatro tareas de acción colectiva para una infancia más sana con lo que pueden hacer, o están ya haciendo, padres, gobiernos, empresas tecnológicas, escuelas y colegios. Buenas razones, pero solo posibles dentro de un determinado marco socioeconómico y político determinado. Un caso. Las redes pueden provocar retracción cognitiva, irresponsabilidad social, impulso al odio, a modelos de audacia y violencia. que ofrecen una posibilidad de entender el crecimiento de la delincuencia preadolescente y adolescente.

*Philippe Sands “Calle Londres 38. Dos casos de impunidad: Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia” (Bs.As., Anagrama, 2025, 577 págs.)

*Jonathan Haidt “La generación ansiosa” (Bs.As., Planeta, 2024, 377 págs.)

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