Elegido en más de una oportunidad como el destino más hospitalario del mundo, la ciudad de Esquel, en la provincia de Chubut, es una gran opción para conocer los lugares más puros y mágicos de la Patagonia argentina.
Maravillas de la Patagonia: un recorrido por Esquel y Trevelin
Restos de volcanes, visitas por viñedos y trekkings con vistas a la cordillera forman parte de una extensa lista de actividades en la Patagonia argentina
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Piedra Parada. Allí había un antiguo volcán patagónico
El incendio que aún continúa afectando una zona del Parque Nacional Los Alerces, uno de los principales atractivos del lugar, no es impedimento para los turistas. De hecho, el fuego que hoy finalmente se logró controlar, no interrumpió servicios ni prestaciones dentro del parque. Esto significa que, pese a la desgracia de haber perdido más de 8.000 hectáreas de bosque nativo, los visitantes pueden seguir disfrutando de todo lo que el parque ofrece: playas cristalinas, campings, trekkings, paseos en kayak, entre otros. Para dimensionar, Los Alerces tiene 263.000 hectáreas, es decir doce veces Capital Federal.
El verano es una hermosa época para conocer esta zona cordillerana. En lineas generales, el clima es muy ameno, invita a la posibilidad de estar en ropa holgada durante el día y hasta de meterse en los lagos. Por las noches, un saco es suficiente.
A continuación, actividades imperdibles para adentrarse en la naturaleza patagónica, en un recorrido que une las ciudades de Esquel con el vecino pueblo de Trevelin, otra joya de la zona. Basta ir con los ojos bien abiertos y los oídos listos para ir descubriendo que todo en el sur tiene una historia: desde los árboles más milenarios del mundo, hasta las travesías de los mapuches-tehuelches y la llegada de los colonos galeses, entre muchas otras.
Piedra parada, un volcán de antaño
Caminar por las entrañas de lo que fue un volcán hace 50 millones de años, es posible. Sobre la Ruta Provincial Nº12, entre las localidades de Gualjaina y Paso del Sapo se abre inmensa esta zona para ir a pasar varias horas.
Piedra Parada es el primer atractivo de esta área natural ubicada en plena estepa patagónica. Se trata de una formación rocosa, de 100 metros de base por 240 metros de alto, que atestigua lo que fue un volcán. Caminar a su alrededor, tocarla y sentirla sirve para conocer parte de esta historia. A pocos metros de allí, el Cañadón de la buitrera es un fenómeno natural imperdible, donde se pueden apreciar los restos de la lava solidificada que forman impresionantes paredones y que hacen al turista un ser diminuto. Es un punto sumamente atractivo para los escaladores, que llegan de todo el mundo para conquistar esa inmensidad. Vale sentarse un rato, para observar ese silencio y ver cómo logran el objetivo quienes se proponen dominar esas paredes.
A la noche, la zona es una de las mejores para hacer astroturismo, ya que el cielo limpio es elemental para observar las estrellas. “Piedra Parada es un lugar impresionante para el astroturismo, que también puede hacerse en Laguna La Zeta o en Baguiltt en Trevelin”, aseguró Pablo Jerez, quien comanda Chubut explorer, una de las compañías que se dedica a esta actividad.
Aventura en la naturaleza
Una linda salida familiar es conocer el Parque Nacional Los Alerces desde otra perspectiva. Más allá de los hermosos senderos que hay allí, que desembocan todos en impresionantes vistas, también es posible conocer la zona en kayak. En el Lago Verde, se puede hacer kayak en un entorno natural deslumbrante. Se trata de un recorrido de aproximadamente 3 horas que llega hasta la pasarela del rio Arrayanes. El comandante de esta aventura, de la compañía Frontera Sur, hace una parada técnica en una playa solitaria del parque, para reponer energías y aprender de la historia del lugar: desde la participación de Perito Moreno en la división de limites con Chile hasta la llegada de los galeses a la Patagonia.
En el parque se puede pernoctar ya que cuenta con hosterías y diferentes tipos de campings. Además, es posible acceder con auto particular o bien con trasporte público.
Otra actividad para vivir a pura adrenalina es el canopy. Emplazado en un entorno único, allí es posible sentir la sensación de volar. Pueblo alto invita a lanzarse entre cohiues y cipreses para vivir una experiencia realmente única.
Siguiente parada: Trevelin
A 25 kilómetros de Esquel, se encuentra Trevelin, un pueblo patagónico enclavado en el Valle 16 de octubre con una fuerte impronta galesa. El lugar se destaca por su contacto con la naturaleza.
Desde allí también es posible acceder al Parque Nacional Los Alerces, desde la portada sur, donde se pueden hacer caminatas a la cascada de los tambores, nadar en pozones, o bien disfrutar de las vistas.
Saltos de agua
Las cascadas de Nant y Fall, invitan a recorrer saltos de agua en medio del bosque nativo andino patagónico. Es un lindo recorrido para apreciar el poder salvaje del agua, entre toda clase de flores y arbustos frutales que crecen en la zona. El ingreso tiene un costo de $2.500 y los menores de 12 no pagan.
También agroturismo
Mario y Ana son una pareja (ya con hijos y nietos) que se radicaron en el paraje Los Cipreses, tras muchos años de vivir en El Bolsón. Allí levantaron con sus propias manos una chacra dedicada al agroturismo. Mientras hacen un paseo entre las plantaciones, dan de probar lo que sacan de las mismas: arándanos, frutillas, cerezas y frambuesas. Además venden unos dulces caseros exquisitos.
Los vinos más australes del mundo
Hace ya algunos años que el vino patagónico empezó a ganar protagonismo. Los pioneros de esta actividad están en Trevelin. Sergio Rodriguez llegó en 2011 para armar una de las bodegas más destacadas: viñas de Nant y Fall. Hoy, este emprendimiento familiar cuenta con visita guiada, un camping deluxe y un restaurante con la mejor tarta galesa de la zona. Sus vinos, donde se destaca el pinot noir, se venden en la bodega o bien en los más reconocidos restaurantes de Buenos Aires.
La ruta del vino está en pleno auge en la zona. Por eso, también es necesario recomendar Contra Corriente, otra de las bodegas donde se hace uno de los vinos más australes. Emplazado entre montañas, este viñedo donde también funciona un Lodge de pesca, ofrece visita guiada, degustación de vinos y terminar con una picada con la más romántica vista al viñedo.
TOMAR EL TÉ
El más popular es el té galés, que incluye scones, sandwiches y tortas. Pero también empezaron a aflorar otras opciones, como el ritual del té japonés. En Tea and Haikú, en Esquel, todo es caserísimo bajo el comando de una dulce cocinera llamada Estrella, quien hace que todo brille con riquísimos blends de té.
Otras actividades: El museo lituano Olgbrun, el Museo Cartref Taid, Museo Molino Andes, excursión en 4x4 al Lago Bagiltt, La Trochita.
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