18 de septiembre 2025 - 08:00

Qué significa tener los cajones desordenados, según la psicología

Tener los muebles desorganizados responde a motivaciones psicológicas que varían según el tipo de objetos y las personas.

Los cajones desordenados puede deir cosas sobre las personas.

Los cajones desordenados puede deir cosas sobre las personas.

Los cajones desordenados revelan aspectos psicológicos y emocionales de sus dueños. María Leániz, especialista en organización, analiza en su podcast "En casa con María" el significado detrás de estos espacios caóticos. Según su experiencia, estos rincones acumuladores no son simples descuidos, sino reflejos de patrones de pensamiento y emociones no resueltas.

Cada hogar alberga al menos un "cajón del caos", donde objetos diversos se amontonan sin criterio. Estos espacios pueden extenderse a habitaciones enteras cuando el desorden trasciende los límites de un mueble. La acumulación responde a motivaciones psicológicas específicas que varían según el tipo de objetos guardados.

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El significado de los cajones desordenados

Guardar objetos "por si acaso" sugiere un temor subyacente a la escasez. La acumulación de papeles sin procesar indica una tendencia a evitar responsabilidades administrativas. Conservar elementos rotos o inservibles revela un apego emocional al pasado y una dificultad para soltar lo que ya no tiene utilidad.

Leániz clasifica estos espacios en cinco categorías principales. Los cajones tecnológicos albergan cables obsoletos, cargadores sin uso y manuales de dispositivos desaparecidos. Los de papelería contienen tickets arrugados, bolígrafos secos y libretas abandonadas. Los multiusos acumulan objetos diversos que nunca se localizan cuando se necesitan. En las cocinas, se esconden utensilios extraños, servilletas de restaurantes y vajilla rota. Finalmente, los cajones de ropa interior guardan medias desparejadas, prendas desgastadas y etiquetas sin revisar.

La experta recomienda un método de cuatro pasos para recuperar el control. Primero, vaciar completamente el cajón y examinar su contenido. Segundo, clasificar los objetos en tres grupos: lo que se conserva, lo que se reubica y lo que se descarta. Tercero, organizar por zonas temáticas dentro del mismo espacio. Cuarto, utilizar separadores y contenedores para mantener el orden a largo plazo.

Leániz enfatiza la importancia de asignar un lugar lógico a cada objeto. Los documentos relevantes no deben mezclarse con utensilios de cocina, ya que esto dificulta su localización y preservación. La organización efectiva requiere pensar en la frecuencia de uso, la accesibilidad y las dimensiones de los elementos almacenados.

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