17 de septiembre 2025 - 18:20

Tensiones cambiarias, internas y revelaciones inesperadas: el verdadero plan de Luis Caputo bajo la lupa de Joaquín Cottani

El ex viceministro Joaquín Cottani arrojó luz sobre las internas del equipo económico. Expuso con precisión cómo Luis Caputo le presentó a Javier Milei un esquema para administrar la política con el dólar “sin necesidad de acumular reservas en el Banco Central”, una propuesta que califica de “inconsistente”.

“El ministro Caputo decía que no hacía falta tener reservas, contó Cottani. 

“El ministro Caputo decía que no hacía falta tener reservas", contó Cottani. 

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En un contexto de creciente tensión cambiaria, con el dólar oficial rozando el techo de la banda establecida por el Banco Central -y la entidad con posición vendedora- y el blue escalando por encima de los $1.450, la entrevista concedida por Joaquín Cottani a Maximiliano Montenegro en las últimas horas, arroja luz sobre las internas del equipo económico liderado por el ministro Luis Caputo. El ex viceministro de Economía, quien abandonó su cargo en junio de 2024 por discrepancias en la política cambiaria, expuso con precisión cómo Caputo le presentó a Javier Milei un esquema para administrar la política con el dólar “sin necesidad de acumular reservas en el Banco Central”, una propuesta que Cottani califica de “inconsistente”.

Esta revelación de Cottani coincidió con un reciente posteo en X del propio Caputo, donde, al responder a un periodista, sinceró la estrategia oficial que aplicará el Gobierno, al confesar que el Tesoro ya no comprará dólares, algo que podría debilitar la expectativa de los inversores por el futuro pago de la deuda: “Hola. El Banco Central solo compra dólares en el piso de la banda. El Tesoro puede comprar en cualquier momento, como de hecho lo hizo. Compramos 3 mil millones algo por debajo de 1200. Al precio actual, el Tesoro ya no compra más y en el techo de la banda, el Banco Central compra pesos para absorberlos y reducir la volatilidad cambiaria. Abrazo”.

Para Cottani, este enfoque refleja un plan “quimérico, impracticable”, que, según confesó, intentó explicar al FMI sin éxito: “El ministro Caputo decía que no hacía falta tener reservas. Yo quería escribir esto en un paper para que lo entienda el Fondo, porque el Fondo estaba más perdido que yo”.

El plan, según el ex funcionario, es obra de Caputo, quien “le dio la solución que buscaba Milei”, pero carece de sustento en una economía con controles y reservas netas negativas

Cottani, un economista con trayectoria en instituciones internacionales y alineado con visiones más tradicionales, detalló que su salida del Gobierno se debió fundamentalmente a la negativa del equipo a intervenir activamente en el mercado cambiario para comprar dólares cuando el tipo de cambio se encontraba subvaluado. “Insistía en que había que acumular reservas en el BCRA, intervenir para comprar dólares cuando el tipo de cambio estaba barato”, relató, pero la respuesta recurrente fue que “el mercado lo resuelve solo”. Esta obsesión con la no intervención, según Cottani, representa un “error de manual” que ha dejado al país con reservas netas negativas en torno a los -10.000 millones de dólares, un nivel que compromete la estabilidad a mediano plazo.

La declaración de Caputo en X, que limita las compras del BCRA al piso de la banda y detiene las del Tesoro a precios actuales, refuerza esta crítica, evidenciando una estrategia que prioriza la absorción de pesos en el techo de la banda sobre la acumulación de reservas, algo que Cottani considera insuficiente para garantizar estabilidad.

Para evitar una crisis en 2026, Cottani enfatizó la urgencia de acumular al menos u$s5.000 millones antes de fin de año, una meta que requiere una política activa de intervención, contraria a la postura actual del Gobierno.

El núcleo de la revelación radica en cómo Caputo diseñó un plan que, según Cottani, responde a los “delirios” teóricos de Milei, como la dolarización endógena, donde los dólares ingresarían automáticamente vía exportaciones sin necesidad de reservas como respaldo. Esta visión, “influida por lecturas austríacas como las de Hayek y Mises que Milei citaba en reuniones internas, ignora el desbalance fiscal heredado y la realidad de una economía con controles cambiarios”. Cottani narró anécdotas reveladoras: en discusiones con el FMI, Milei insistía en que “la inflación es solo un problema monetario”, mientras Caputo mediaba pero priorizaba la ideología libertaria sobre la ortodoxia. “Una vez, Caputo me dijo: ‘Joaquín, sos demasiado ortodoxo para este Gobierno’”, recordó, destacando diferencias con figuras como Federico Sturzenegger en el debate entre shock y gradualismo.

El régimen de bandas cambiarias, un "invento"

El régimen de bandas cambiarias, implementado para evitar una devaluación explícita, fue calificado por Cottani como un “invento” insostenible sin intervenciones activas. Sin ellas, el dólar blue se dispara y el cepo –al que propone flexibilizar por completo en lugar de mantener un “medio cepo” confuso– perpetúa la incertidumbre. El ex funcionario advirtió que el plan actual, enfocado en la disciplina fiscal inicial (que elogia por su rigor), es viable solo hasta las elecciones de 2025, ya que estabiliza la inflación en el corto plazo pero requiere repensarse post-electoralmente ante el déficit externo agravado por la sequía y la caída de exportaciones. Para una dolarización genuina, insistió, se necesitan superávits gemelos (fiscal y externo) y reservas sólidas como "backing", elementos ausentes en el esquema actual, que él describe como una “nueva teoría inconsistente” inventada por Caputo para evitar la remonetización en pesos mediante compras de dólares, algo que Milei rechazaba por principios ideológicos.

Cottani también criticó el acuerdo con el FMI como “papel mojado” sin reformas estructurales profundas, y extendió un consejo directo a Milei: “La disciplina fiscal es clave, pero sin reservas no hay independencia monetaria. Intervengamos ya, o el mercado nos va a obligar con una corrida”.

Estas declaraciones, que exponen una “reescritura” de la macroeconomía para encajar en el relato oficial, resaltan los riesgos de un enfoque donde la ideología prevalece sobre la evidencia empírica, en un momento en que el mercado ya muestra signos de desconfianza con el riesgo país por encima de los 1200 puntos.

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