Los mercados globales festejaron luego de que se conociera la inflación de octubre en Estados Unidos, que fue considerablemente menor a la de septiembre y de las expectativas. Este dato, sumado a los de empleo difundidos a comienzos de mes, confirman el “soft landing” que los inversores esperan para la economía en 2024 y dan soporte a la expectativa de que la Fed no suba las tasas en diciembre. En ese marco, se abrió un panorama positivo para los mercados emergentes, que operaron en verde en los últimos días en consonancia con los principales índices de Wall Street. Analistas consultados por Ámbito destacan que el contexto internacional se torna favorable para la Argentina, aunque advierten que los inversores demandarán reformas estructurales para recuperar la confianza en la deuda y activos locales.
Mejora el clima global para los emergentes
Las monedas de la región se fortalecen luego del dato de inflación de octubre en EE.UU. El contexto externo se vuelve más favorable para la Argentina, sin embargo, inversores exigen reformas estructurales para volver a financiar al país.
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La inflación en EE.UU. cayó al 3,2% interanual en octubre, ligeramente por debajo del 3,3% estimado por el mercado y del 3,7% de septiembre. El dato fue celebrado por el mercado con subas en los principales índices de Wall Street. Entre ellos, se destacaron subas en el S&P 500 de 2,34% en los últimos cinco días, así como también en el Nasdaq del 2,5% y en el Dow Jones del 2%. A diferencia del anterior semestre, se evidenció un retorno al riesgo del mercado. En esta línea, el índice Russell 2.000, que sigue a empresas de baja capitalización, subió 5,83% en las últimas cinco ruedas.
En ese marco, los bonos de los mercados emergentes subieron 1,82% en los últimos cinco días y 4,31% desde que comenzó noviembre. Asimismo, las acciones de mercados emergentes subieron 2,67% y 3,5% respectivamente. En cuanto a la Argentina, la dinámica de las acciones y bonos en dólares se vio condicionada por la compleja coyuntura local y la incertidumbre electoral. Así, los bonos en dólares acumularon un leve movimiento positivo del 2,3% desde que comenzó noviembre, mientras que las acciones tuvieron subas más pronunciadas.
Juan Alra, portfolio manager en Southern Trust, destacó: “El dato de inflación en EE.UU. salió más positivo para el mercado de lo que podríamos esperar. Hubo una desaceleración que podría dar por entendido que la tasa de hoy en día ya está en sus niveles ‘más alta por más tiempo’ y que la política de la Fed estaría dando sus efectos. Esto es positivo para los mercados emergentes ya que indicaría que la tasa tarde o temprano empezaría a mermar y las inversiones en los países más riesgosos sería una gran oportunidad. Esto le da un escenario a nivel mundial mucho mejor a la Argentina, si la inflación a nivel mundial baja y los precios para importar también. Por el momento no hubo niveles considerables de flujo para los mercados emergentes, ya que la tasa sigue estando en niveles altos que no generan niveles de atractivo suficientes para los mercados emergentes”.
En esta línea, Gustavo Basaldúa, Consultor Financiero en Quaestus Advisory, señaló “si se confirma en los próximos meses la tendencia de reducción de la inflación, la probabilidad de reducción de la tasa de Fed Funds a una mayor velocidad en 2024 y 2025 se acelera, y esto implicaría una buena oportunidad para la renta fija soberana y corporativa emergente de calidad crediticia promedio BBB, BBB-, y de mediana y larga duration que hoy tienen rendimientos muy atractivos cercanos al 7 u 8%”. “Combinado también con renta fija investment grade o bonos del tesoro americano. Para los inversores conservadores es una oportunidad de fijar tasa alta por varios años”, agregó. En cuanto a la renta variable, Basaldúa señaló que no es tan claro, dependerá de la evolución de las acciones americanas y la posibilidad de recesión suave o no tan suave de la economía americana.
Por otro lado, en cuanto al movimiento positivo de las monedas emergentes, la apreciación del real brasileño juega a favor de la argentina, que acumula un fuerte atraso cambiario. La moneda de Brasil se mantuvo fuerte a pesar de la suba del dólar global. Luego del dato de inflación de EE.UU., el índice dólar que lo compara con una canasta de divisas cayó 2% a 103,65 puntos. En ese marco, el real brasileño se apreció 2% en las últimas cinco ruedas y 4,33% en el último mes. Es importante aclarar que luego de la devaluación el 14 de agosto, el tipo de cambio real multilateral había tocado los 116 puntos. Sin embargo, esta competitividad se erosionó rápidamente ante la fijación del tipo de cambio y la fuerte aceleración inflacionaria, que llevó al TCRM a 85 puntos, mínimos en la actual gestión.
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