11 de febrero 2009 - 09:41

Autopsia de Eluana Englaro reveló que los médicos respetaron la orden judicial

Eluana Englaro.
Eluana Englaro.
Eluana Englaro, la mujer italiana muerta el lunes pasado tras permanecer 17 años en estado vegetativo, pereció por una "descompensación cardíaca" compatible con el protocolo previsto para interrumpirle la alimentación y la hidratación artificiales, según la justicia italiana.

El fiscal de Triste, Beniamo Deidda, se expresó así tras conversar con Antonio Biancardi, su colega de Udine, la ciudad del noreste del país donde falleció Eluana, mientras el país debatía su caso, que creó un enfrentamiento institucional entre el presidente, Giorgio Napolitano, y el jefe de gobierno, Silvio Berlusconi.

La mujer, que quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico, murió en la clínica La Quiete (La Tranquilidad) de Udine, luego de que un equipo de médicos voluntarios había suspendido desde el viernes 6 en forma parcial y a partir del sábado 7 por completo, la alimentación y la hidratación artificiales.

La interrupción del sustento que Eluana Englaro recibía a través de una sonda nasogástrica se efectuó con respaldo de un fallo del Tribunal de Apelaciones de Milán, emitido en julio del año pasado en respuesta a un pedido del padre de la mujer, Beppino Englaro, y confirmado sucesivamente por la Corte de Casación.

Hoy el fiscal de Udine, Antonio Biancardi, autorizó finalmente la sepultura de Englaro.
El permiso, según había dicho el funcionario, se concedería tras analizar el informe preliminar de los asesores de la Fiscalía sobre la causa de la muerte.

Un tío de Eluana, Armando Englaro, anunció que su sobrina será enterrada en el cementerio de Paluzza, en la provincia de Udine, con una breve ceremonia religiosa.

En un primer momento, la familia había manifestado la intención de cremarla.

Por su parte, miembros del Consejo Superior de la Magistratura, organismo de autogobierno de los magistrados italianos, criticó severamente al ministro de Justicia, Angelino Alfano, por haber afirmado el martes que "Eluana Englaro murió de una sentencia".

Integrantes del Consejo hablaron de declaraciones "bárbaras", "inaceptables", y de palabras que "indignan y preocupan".

En tanto, el papa Benedicto XVI dijo esta noche que la vida "no es un bien disponible" sino "un tesoro a custodiar y cuidar con toda la atención posible desde el momento de su inicio hasta el fin último y natural cumplimiento", aunque "ello no es siempre fácil".

El Pontífice se expresó así al cerrar con su saludo habitual la misa dedicada a los enfermos en la Basílica de San Pedro.

En sus palabras no hubo mención expresa al caso de Eluana Englaro.

En tanto, el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para los Trabajadores Sanitarios, el "ministro de Salud" vaticano, encargado de oficiar el rito de la Eucarestía, no dio su homilía.

Días atrás el purpurado había calificado de "homicidio" la suspensión del alimento y del agua a Englaro, que el gobierno de Berlusconi quiso el viernes 6 bloquear mediante un decreto urgente que Napolitano se negó a firmar.

"La vida -dijo hoy el Papa al concluir la misa en ocasión de la XVII Jornada Mundial del Enfermo- es misterio que por sí mismo pide responsabilidad, paciencia y caridad de parte de todos y de cada uno.

Aún más -subrayó-, es necesario rodear de premura y respeto a quien está enfermo y sufre".

"Esto no es siempre fácil: sabemos sin embargo que hay que poder alcanzar coraje y paciencia para enfrentar las vicisitudes de la existencia terrena, en particular, las enfermedades y todo tipo de sufrimiento", agregó.

"Para nosotros, los cristianos -concluyó el Papa- es en Cristo que se encuentra la respuesta al enigma del dolor y de la muerte".

Por su parte, el vicejefe del departamento para las Relaciones Exteriores del patriarcado de Moscú, Vsevolod Chaplin, consideró injustificado mantener con vida en forma artificial durante muchos años a una persona en estado vegetativo, en clara referencia al caso de Eluana Englaro.

Dijo además que el caso de la mujer italiana no puede ser interpretado como de eutanasia, una posibilidad rechazada por la Iglesia Ortodoxa rusa, que la considera pecado.

"Ciertamente hay casos en los cuales no está claro si el alma está presente en el cuerpo, cuando durante muchos años el cuerpo no da señales de conciencia, incluso si algunos órganos y funciones están todavía activos", manifestó en declaraciones reportadas por Interfax.

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